¿Tienes miedo de que no se cumpla lo que deseas?

¿Cuáles son tus deseos? ¿Hay alguno que destaque en especial? ¿Sientes miedo de no verlo convertido en realidad?

De eso vamos a hablar. Y, si he atinado recopilando argumentos para la reflexión, saldrás de este artículo con un miedo debilitado. O eso es lo que yo deseo…

¿Qué deseas que haya en tu vida?

Para situarnos, según el diccionario, desear es:

Querer o aspirar a algo con vehemencia y anhelo.

¿Qué quieres de esa manera intensa?

corazón incompleto

La mayoría de los deseos suelen girar en torno a las tres grandes áreas: salud, dinero y amor (adoptando diversas formas).

Las personas tenemos deseos grandes (a veces los llamamos “sueños”), así como deseos pequeñitos para el día a día (que podemos llamar “expectativas”).

A veces tenemos muchos, en relación con el tiempo y la energía que disponemos para perseguirlos.

Hay personas que desean muchas cosas. Otras personas están más enfocadas en sus deseos importantes.

Las segundas llevan ventaja, porque concentran esfuerzos en pocos deseos. Pero, igual que las que abarcan demasiados, viven sin la garantía de si los verán convertidos en realidad.

alcanzar

¿Te asusta que tu deseo no se cumpla?

A mí no me gusta pensar que mi deseo no se cumplirá. ¿Te gusta a ti?

Que no nos guste la idea es natural. Pero es compatible con aceptar la posibilidad de que el deseo NO llegue a cumplirse.

Un momento. ¿No sería más eficaz eliminar el deseo? Así, te ahorras el estrés, la impaciencia, la frustración, el vacío y cualquier sentimiento doloroso si no llegaras a verlo convertido en realidad.

Hay corrientes de pensamiento que apuntan en ese sentido. Pero a mí no me convencen. Mis deseos me gustan, incluso aceptando que no llegaran a cumplirse.

Me gustan, porque los deseos son indicadores de lo que es importante para mí. Y, además, son una fuente de motivación e inspiración.

Si a ti también te motivan y te inspiran, ¿cómo vas a encajar la posibilidad de que no se realice eso que deseas? Ahí vamos. A ver si tienen sentido para ti los siguientes argumentos.

atardecer en la playa

Cómo perder el miedo a que tu deseo no se cumpla

El miedo a no tener eso que tanto deseas es irracional. Y lo vamos a agarrar por banda para desmontarlo.

1. No dependes de que tu deseo se haga realidad para ser feliz

Pues, no. Porque la vida tiene mucho que ofrecerte como para condicionar tu felicidad a un único deseo. Si ese deseo te sale rana, puedes celebrar la satisfacción de otro.

Y, además, si tú lo decides, puedes inventarte la manera de volver a perseguir el deseo frustrado. No necesitas que se cumpla a la primera.

2. Si te liberas del miedo, eres más efectivo

La obsesión y la desesperación por conseguir lo que anhelas juegan en tu contra. Sí, sí. Y lo has visto más de una vez.

Mira a la persona que vive aterrada por si no consigue pareja, por ejemplo. A menudo, con esa desesperación va dando palos de ciego y arruina valiosas oportunidades. Muchos candidatos “huelen” la impaciencia y salen huyendo.

Cuando esa persona le quita las riendas al miedo, se tranquiliza. Gracias a ello, toma mejores decisiones y, por ende, obtiene mejores resultados.

Y consigue quitarle las riendas al miedo NO renunciando a su deseo, sino renunciando a depender de que sea satisfecho para ser feliz.

3. Lo más probable es que tu deseo no se cumpla tal y como lo has imaginado

Cualquier deseo que tengas puede que se cumpla. Pero difícilmente será exacto a como lo has dibujado en tu cabeza. La realidad está ahí para sorprenderte.

Por ejemplo: Deseas tener un éxito abrumador en tu negocio o un puestazo en la empresa en la que estás. ¡Bien! Tu deseo se cumple.

Lo que no imaginabas (ni deseabas) era el estrés añadido que vino con eso y el escaso tiempo libre que te dejó tu maravillosa posición actual.

En las expectativas del día a día es muy visible también.

Por ejemplo: Organizas un evento con el deseo de que todo el mundo lo pase genial. Y, sí, lo pasan bien, pero… no tanto como tú esperabas. ¿A que ocurre?

4. El deseo no tiene fin

Ah, sí… Los humanos tenemos esa tendencia. Tal vez tú tampoco te libras.

Deseas una casa, por ejemplo. Ya que la tienes, deseas amueblarla. Una vez con muebles, deseas llenarla de chiquillos… O a saber.

El caso es que los deseos suelen ir en cadena. Cuando materializas uno, tienes otro en perspectiva. Y, si dependes de que se realicen para ser feliz, vivirás perennemente insatisfecho.

 

¿Te sirven esos argumentos para perder el miedo a que tu deseo no se cumpla? Trabájalo. Trata de aceptar la posibilidad de que no se cumpla y dile adiós al miedo.

Porque, solo quitando el miedo de la ecuación, hay obstáculos que desaparecen solos y te ponen a ti más cerca de eso que deseas.

Esa es la propuesta. Antes de escribirla partía con el deseo de aportarte algo. Si lo he conseguido, genial. Si no… Bueno… Ya acertaré otro día. 😉

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