¿Por qué no eres tan productivo como te gustaría?

¿Podrías hacer más de lo que haces a lo largo del día si invirtieras el tiempo de otra manera?

Puede que, en realidad, estés siendo más productivo de lo que piensas o, quizás no, y hay algo que te está frenando.

Para identificar el problema (si lo hay), nos detendremos en respuestas para la pregunta: ¿Por qué no me da tiempo a terminar lo que me propongo?

Porque abarcas demasiado

El día tiene 24 horas y tú añades actividades como si tuviese el doble.

Opciones:

  • Cancelar tareas poco prioritarias.
  • Buscar ayuda o delegar algo de trabajo.
  • Decir que no a determinados compromisos sociales.
abeja obrera

Porque estás fatigado físicamente

El cuerpo no sigue el ritmo que tú pretendes porque no da más de sí.

Opciones:

  • Dormir lo necesario.
  • Llevar una dieta saludable.
  • Hacer ejercicio, sin pasarse (que eso también puede producir fatiga).
  • Darte tiempo para descansar, relajarte, practicar tu hobby, etc. Tiempo para ti.
  • Hacerte un chequeo médico para prevenir o cerciorarte de que tu salud está bien.

Porque las emociones no acompañan

Los problemas físicos y los emocionales se interrelacionan. Puede que tu cuerpo no te siga porque andas agobiado por el estrés y otros problemas.

Opciones:

  • Encontrar motivación para salir adelante y no basarte únicamente en la fuerza de voluntad.
  • Trabajar las relaciones personales, reduciendo fricciones y fortaleciendo las que valgan la pena.
  • Poner el orden que se pueda en los asuntos económicos.

Porque procrastinas

La decisión de postergar las tareas no siempre es la mejor.

Opciones:

  • Tener un plan de trabajo, donde quepa el tiempo de ocio. Si no hay placer, el cuerpo lo busca entre el deber.
  • Ser más diligente (trabajar a buen ritmo buscando un resultado óptimo) y menos perfeccionista.
  • Perder el miedo a no hacer las cosas bien.
  • Vencer la pereza o la apatía.

(Más formas de vencer la procrastinación.)

Porque surgen imprevistos

De manera frecuente casi siempre ocurre algo que rompe tu ritmo de trabajo. Opciones:

  • Minimizar las interrupciones. Hazle saber al mundo que estás trabajando y concéntrate en tu espacio eliminando todas las distracciones que puedas.
  • Definir tus fronteras. Separa el trabajo de tu vida personal.
  • Rediseñar tu horario para dedicarle a cada cosa el tiempo que de veras necesita.

Porque tus objetivos no están bien definidos

Opciones:

  • Definir metas y el plan de acción para lograrlas.
  • Redefinirlas, si es preciso, haciéndolas específicas, medibles, realistas, relevantes y asignándoles un plazo: haciéndolas SMART.
  • Revisar la estrategia, que puede ser lo que esté fallando.
  • Buscar apoyo o inspiración en las personas apropiadas.
  • Valorar tus logros. Los pequeños avances quizás te sepan a poco, pero es conveniente apreciarlos, alegrarte por ellos y, porqué no, darte tus pequeños premios. Esa actitud te empuja hacia adelante.

.

Todo esto está basado en un completísimo artículo de Dumb Little Man: 27 Productivity Killers: Why Nothing Ever Gets Done! Muy interesante para quien se proponga hacer más optimizando tiempo y esfuerzo.

Imagen de ishyam79