Objetivos SMART: qué son y cómo crearlos

¿Por qué algunas personas logran sus metas y otras no? La respuesta puede estar en cómo fijan sus objetivos.

Y hoy vamos a ver la manera de establecer objetivos personales de manera inteligente, O sea «smart».

Presentando la teoría SMART o método SMART

Yo conocí esta manera de fijar objetivos como teoría SMART, pero se me hace más correcto llamarlo método SMART, que es su denominación más popular.

Porque del método es de donde se deriva la aplicación práctica de la teoría.

En cualquier caso, más que el nombre, lo que nos interesa es en qué principios se basa y si resulta efectiva para trazar tus metas personales.

objetivos SMART (ilustración)

¿De dónde viene la teoría o método SMART?

El método SMART viene de la teoría de fijación de metas de Edwin A. Locke, de finales de los 60.

Según Locke, la mejor meta será la que se plantee como un desafío accesible, realista y posible.

Posteriormente, en 1981, George T. Doran utilizó esa idea y le dio nombre al acrónimo que todos conocemos: SMART.

Y ahora mismo vamos a sacar partido de este método SMART para conseguir las metas que nos proponemos.

Venga.

Qué son los objetivos SMART y cómo pueden beneficiarte

La palabra SMART, en este caso, tiene un doble sentido.

  • Por una parte significa «inteligente» en inglés.

  • Por otra, es un acrónimo donde se desgranan las características que ha de cumplir un objetivo para maximizar las posibilidades de lograrlo.

Cómo es un objetivo S-M-A-R-T

Cada una de las letras de SMART tiene un significado:

  • Specific: Específico. Un objetivo ha de ser lo más concreto posible. 

  • Measurable: Medible. Esto quiere decir que se pueda controlar el progreso. 

  • Achievable: Que se pueda alcanzar. Las metas han de suponer un reto, pero uno mismo tiene que estar convencido de que logrará llegar al final.

  • Relevant: Relevante. El objetivo ha de ser importante para ti. 

  • Time Framed: Acotado en el tiempo. Ha de haber un plazo para conseguir el objetivo y uno tiene que planificar los pasos para terminar en ese tiempo. 

Lo que hay hacer con cada objetivo es ver la manera de que cumpla esos 5 requisitos.

Antes de desgranar estos 5 componentes, vamos a poner un par de ejemplos de objetivos SMART, que es la manera más rápida de entender cómo puedes utilizar esta metodología en tu vida cotidiana.

Espero que te sirvan de inspiración para trazar tus propios objetivos.

Ejemplo 1. Quiero caminar más.

Transformado en meta SMART sería:

Caminaré 30 minutos cada día del mes, del primero al último; cada día, de 8:00 a 8:30 de la mañana. (Ver imagen.)

Infografía objetivos SMART

Ejemplo 2. Quiero leer más libros este año.

Como intención, no está mal. Pero hay que darle una forma SMART para ponerme más fácil alcanzar el objetivo (o menos difícil).

Quiero leer 1 libro cada semana, para sumar 52 libros al cabo del año.

  • ¿Es específico? Sí, un libro por semana.

  • ¿Es medible? Sí, he dividido el objetivo en metas más pequeñas: leer un libro por semana. Y así lo puedo medir mejor.

  • ¿Es alcanzable? Sí. Me baso en mi experiencia previa. Es un ritmo exigente, pero está a mi alcance.

  • ¿Es relevante para mí? Sí, leer me gusta y me sirve para todo lo que hago.

  • ¿Está acotado en el tiempo? Sí, bastante: 1 libro por semana, que hacen 52 al año.

Ahora va a ser muy sencillo entender los pormenores.

Por qué y cómo fijar objetivos concretos (Specific)

Según un estudio (publicado en PLOS ONE), las personas que padecen depresión son más propensas a describir sus objetivos de manera abstracta, muy general.

Esto es:

  • Quiero ser más feliz,

  • llevar un estilo de vida más saludable,

  • tener amigos (formulaciones de ese estilo). 

Pero eso no atañe solo a las personas con depresión. A veces, a todos nos falta precisión para definir los objetivos.

El problema de plantearse objetivos de manera vaga, poco concreta, es que no se sabe por dónde empezar ni hacia dónde ir, con lo que la motivación decae.

Es mucho más probable alcanzar las metas que te has propuesto cuando trazas objetivos concretos. 

Los objetivos han de ser específicos. Porque así tienes una idea más clara de las acciones que tendrás que realizar para conseguir esos objetivos.

Desde luego, no hay nada de malo en partir de un objetivo muy general. Por ejemplo: Quiero ser más feliz.

Puedes empezar la exploración por ahí, hasta que llegues a los objetivos específicos que a ti te interesan.

En este ejemplo, podrías preguntarte:

  • qué es la felicidad para ti;

  • qué rasgos tiene una persona feliz;

  • qué hace esa persona a diario…

Y así vas trasladando esas ideas a tu propia vida. Vas afinando, hasta que llegas a puntos concretos que a ti te harían más feliz, como:

  • Quiero levantarme cada día a las 7 am.

  • Quiero leerme un libro por semana.

  • Quiero ayudarle a Pepe en la tienda un sábado de cada mes.

Cuanto más concreto seas, tanto mejor. Más fácil será saber qué es lo que tienes que hacer para conseguirlo.

De hecho, es una gran idea que agarres lápiz y papel para trazar un plan (paso por paso).

Porque, a medida que lo escribes, va tomando forma en tu cabeza y mengua el estrés que puedas sentir.

Así ya sabes por dónde empezar, por objetivos claros. ¿Y a que dan más ganas de moverse cuando hay claridad en lo que quieres hacer?

una diana que simboliza un objetivo claro

Preguntas para establecer objetivos específicos

Para definir objetivos, hazte preguntas como estas:

  • ¿Qué quiero lograr exactamente?

  • ¿Cómo voy a hacerlo?

  • ¿Cuándo quiero alcanzar este objetivo?

  • ¿Por qué es importante para mí?

Responder a esas preguntas te dará claridad. Y seguir los criterios SMART que faltan será coser y cantar.

Por qué y cómo crear objetivos medibles (Measurable)

Lo que se puede medir, se puede mejorar.

Medir tu progreso va ligado con la meta específica. Y es un requisito importante. Los objetivos SMART deben ser medibles.

¿Para qué?

  • Para aumentar tu motivación, a medida que avanzas, y celebrar los pequeños logros que vas sumando.

  • Para corregir errores y ajustar o redefinir el objetivo, si hiciera falta.

¿Cómo mides tu objetivo? ¿Cómo lo haces cuantificable?

  • Identifica indicadores específicos para tu objetivo. (Ejemplo: un libro por semana.)

  • Establece un punto de partida y un punto final. (Del 1 de enero al 31 de diciembre.)

  • Crea un sistema de seguimiento regular. (Anoto en un registro los libros que voy terminando.)

  • Ajusta tu estrategia según los resultados medidos.

Un instrumento simple y eficaz es el registro personal, que puedes llevar en la clásica libreta de toda la vida, en tus notas del móvil o en una aplicación diseñada específicamente para la meta que te has propuesto.

Respecto a esto último, si quieres ponértelo fácil, busca por ahí y encontrarás.

Hay aplicaciones que miden el progreso en multitud de metas personales: ahorro, pérdida de peso, aprendizaje de idiomas, fitness, etc.

Por qué y cómo ponerte objetivos alcanzables (Achievable)

dispositivos electrónicos que sirven de herramientas

El objetivo debe ser realista, un reto alcanzable. Esto es, que te cueste trabajo, pero que esté dentro de tus posibilidades.

La razón es que, si te pones el listón muy alto, puedes perder la motivación al verte lejos de lograrlo. Y, si es demasiado fácil, ¿qué interés tiene?

¿Un ejemplo? Imagínate que quieres viajar a Japón en tus vacaciones de verano.

¿Cómo sabes si un objetivo es realista?

Lo sabes cuando echas un vistazo a los recursos con los que cuentas a día de hoy: tiempo, dinero, energía, etc. Todos los recursos que sean necesarios para la consecución del objetivo en cuestión.

Si este año no te dan los ahorros para viajar a Japón, tendrás que hacer ajustes:

  • O preparar el viaje para el año que viene.

  • O cambiar el destino de tus vacaciones.

A menos que se te ocurra cómo aumentar tus recursos para que tu plan de ir a Japón se haga viable en este año.

Esta misma filosofía se aplica a todos los objetivos personales para que sean realistas:

  • estudia qué recursos tienes

  • y haz ajustes.

Por qué y cómo elegir objetivos relevantes (Relevant)

Para maximizar las probabilidades de alcanzar tu meta, has de alinear el objetivo que quieres lograr con lo que es más importante para ti como persona.

Hazte preguntas como estas:

  • ¿Este objetivo me acerca al futuro que quiero?

  • ¿Está alineado con mis valores personales?

  • ¿Contribuye a mis metas a largo plazo?

Vuelvo al ejemplo anterior, el de viajar a Japón por las vacaciones.

  • Si quiero viajar a muchos países, conocer más de las culturas del mundo y eso me enriquece como persona, este parece un objetivo relevante para mí.

  • En cambio, si quiero viajar a Japón porque mi vecino acaba de volver de Argentina y a mí me da envidia de que vaya a lugares interesantes, esta meta no es relevante para mí. No tiene una buena base, porque la cultura no ocupa un lugar destacado en mi jerarquía de valores.

Lo importante no es hacer muchas cosas o ir a muchos lugares bonitos. Lo importante es elegir la meta adecuada, hacer aquello que tenga sentido en la vida de cada cual.

Por qué y cómo ponerle un plazo a tu objetivo

Tener una fecha límite para llegar a la meta sirve para permanecer enfocado y motivado en esa meta.

Por eso, este es otro requisito a la hora de establecer un objetivo SMART: ponerle un plazo.

elementos para planificar un objetivo personal

¿Cómo ponerle un plazo a tu meta?

Puedes seguir estas líneas generales para establecer un plazo de tiempo:

  • Divide tu objetivo principal en metas más pequeñas. 

  • Asigna fechas a cada tarea.

  • Establece puntos de control regulares.

  • Ajusta el plan según sea necesario.

Al dividir tu objetivo grande en metas pequeñas, puedes estimar mejor el tiempo que llevará conseguir el objetivo general.

Ejemplo:

  • Si lo que quiero es leer 100 libros, para establecer un plazo, tengo que ver cuánto tiempo tardo en leer un libro (la meta pequeñita)

  • Si veo que mi ritmo de lectura es de un libro por semana, puedo establecer que tardaré 100 semanas en lograr mi objetivo.

Más ejemplos de objetivos SMART

  • Salud: Perder 5 kg en 3 meses mediante una dieta equilibrada y la asistencia a clases de yoga dos veces por semana.
  • Ahorro: Ahorrar 2.000 euros en los próximos 12 meses, con una cuota de ahorro mensual de 167 euros y reduciendo gastos innecesarios.
  • Bienestar emocional: Practicar la meditación durante 10 minutos diarios durante los próximos 30 días para reducir el estrés y mejorar la concentración.
objetivos simples, que forman parte de un objetivo mayor

Ventajas de utilizar los objetivos SMART

Destacan dos ventajas principales de establecer objetivos SMART:

1. Optimizas los recursos con los que cuentas.

Tener las ideas claras de lo que quieres conseguir ayuda en tu gestión del tiempo y del resto de recursos.

Esto ocurre porque tu objetivo está muy bien definido. Y así sabes qué tienes que hacer y qué no para tener éxito.

2. Permaneces productivo y motivado.

Esto se debe a que el avance se nota más que cuando tus objetivos son muy generales e imprecisos.

Errores comunes con los objetivos SMART

Es normal cometer errores cuando empiezas a dar una forma a tus objetivos, en este caso con la metodología SMART.

No te preocupes. Nos pasa a todos. Identifica cuáles son los errores en tu caso y así mejoras tu estrategia.

Errores frecuentes son los que siguen.

1. Establecer metas demasiado amplias, aunque a ti te parezcan concretas

Podrías pensar que tu objetivo es SMART. Como yo, cuando dije: «Quiero leer más libros este año».

Sí, mi meta es para este año, pero no es lo suficientemente específica. Falta concreción, lo que va a dificultar que la mida en condiciones y que la dé por cumplida.

Lo dicho:

Hay que establecer metas concretas, muy claras.

2. Ponerte varios objetivos exigentes a la vez

Ponerse varios objetivos a la vez puede ser otro error, si esos objetivos compiten por recursos. Y, como sabes, los recursos son limitados.

Si yo quiero leer por las tardes, pero al mismo tiempo me propongo no faltar al gimnasio e ir a clases de alemán, quizás esté siendo demasiado ambiciosa para el tiempo que tengo disponible.

He de adaptarme a los recursos que tengo a día de hoy. Y, si después tengo más recursos o menos de los que tengo ahora, he de ir haciendo ajustes por el camino.

3. La falta de planificación

Los objetivos han de estar claros. Y la forma de avanzar hacia la meta, también.

«¿Cómo voy a hacerlo?» es la pregunta que le sigue al haberte decidido por un objetivo. Y has de trazar un plan con acciones pequeñas, asequibles, distribuidas en el tiempo.

Esto vale para todo: tus metas de ahorro, leer más libros, perder kilos, etc. 

En el ejemplo de leer por las tardes: leer dos capítulos a diario después de comer. Es una acción pequeña, que forma parte del plan.

Tener objetivos es el primer paso: definirlos y diseñar un plan oportuno es lo que te ayudará a conseguir eso que te propones.

4. Ponerte objetivos que no dependan de ti

Hay pocos objetivos que dependan exclusivamente de ti. En la mayoría de metas intervienen factores que no podemos controlar, como la suerte o las decisiones de otras personas.

Eso hay que tenerlo en cuenta.

Para maximizar el éxito en tus proyectos, trata de que la mayor parte de la consecución de tus metas dependa de ti.

Otro ejemplo:

Abro un canal de cocina exótica en Youtube y quiero armar una comunidad de aficionados en torno a él.

Como parte de mi plan estarían las acciones que caen bajo mi control:

  • grabar vídeos con una frecuencia determinada,

  • hacer vídeos atractivos, con la mejor calidad a mi alcance,

  • publicitar el contenido,

  • pedirle a la gente que se suscriba a mi canal,

  • etc.

Eso depende de mí. Puedo ponerme metas en torno a cualquiera de esas áreas.

Por otra parte, lograr que la gente se suscriba a mi canal depende menos de mí. ¿Qué tal si mis vídeos de cocina están muy bien técnicamente, pero las recetas no son del gusto de la gente?

Ese es un factor importante a considerar, que se sale de los objetivos SMART: A veces haces tu parte bien, pero la suerte no te sonríe o la gente no responde como tú esperas. 

Entonces tendrás que tomar otras decisiones.

Pero, en general, es mucho mejor definir tus objetivos y darles toda la claridad posible, que avanzar sin un plan.

Porque te das a ti mismo una ventaja para lograr lo que quieres, respecto a la opción de avanzar sin las ideas claras.

brújula para guiarte por el camino

Conclusiones

  • El método SMART te proporciona un marco sencillo y efectivo para establecer metas.

  • SMART significa «inteligente» (Cómo crear objetivos inteligentes, es la cuestión.)

  • SMART es un acrónimo de: Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Temporal, que son los cinco criterios que han de cumplir los objetivos.

  • La metodología SMART ayuda a ponerte metas concretas, claras y alcanzables.

  • Se aplica tanto en el ámbito personal como profesional.

  • Aumenta las probabilidades de éxito en tus metas personales.

  • Conectas lo que haces hoy con la persona que quieres ser.

Y ya sabes todo para utilizar los objetivos SMART y alcanzar tus objetivos. 😉

Estudió y trabajó en Educación Especial. Desde 2010 escribe sobre desarrollo personal en esta página.

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