Hay una serie de pensamientos que son una pesada carga: nos dificultan el avance y nos separan de la vida que queremos.
Suelen asentarse en nuestra vida y a veces se camuflan tan bien, que no somos conscientes de que nos perjudican, pero lo hacen.
La característica común entre ellos es que no tienen una base racional. Veamos algunos.
1. Fatalismo
Es decir, la idea de que el destino “está escrito” y poco podemos hacer al respecto.
Ya sea por voluntad de los ángeles, de las hadas, de los genes o de lo que sea, nosotros tenemos escaso control sobre el futuro.
Otra cosa tiene las riendas y toma las decisiones sobre nuestra vida. “Lo que tenga que ser, será.“
Reemplazar este pensamiento que nos hace sentir indefensos y vulnerables por otro en el que nos sintamos más responsables de lo que ocurre, nos dará la oportunidad de construir el futuro que queremos.
¿O es mejor pensar que nuestro destino es inamovible?
2. Pesimismo
Practicando el pesimismo, los aspectos negativos que percibimos acerca de una situación son más importantes que los positivos.
Se trata de otra distorsión: “No voy a ser capaz. No voy a pasarlo bien. Esto va a ser un desastre…“
¿Por qué? ¿Hay algún indicador importante que determine que será así?
3. Culpa
Algo hicimos mal en el pasado, por lo que ahora tenemos que cargar con las consecuencias. A menudo se empareja con el remordimiento y produce un efecto paralizante.
Todos nos equivocamos en nuestras acciones y decisiones. ¿Qué sentido tiene cargar con un error toda la vida?
4. Ira
Es una emoción que experimentamos todos, pero cuando ésta cala en nuestra forma de pensar, nos ciega. La rabia impide que veamos cualquier atisbo de bondad en el mundo.
¿Compensa vivir enfadado? Las oportunidades para mejorar pasarán rozándonos sin que nos percatemos.
5. Envidia
Fundamentalmente, la envidia nace de la creencia “de escasez”. Si otro ha conseguido algo importante, es como si nos hubiera privado a nosotros de hacerlo. Y nada de eso.
¿Por qué no cambiar el sentido de escasez por el de abundancia? Hay más objetivos, más caminos, modos y maneras… ¿No hay mejor alternativa que sentarse a envidiar a otro?
6. Prejuicios
Son esas creencias que simplifican la realidad y nosotros las aceptamos sin cuestionarlas.
“Las mujeres conducen mal. Los hombres no lloran. La Tierra es cuadrada…“
Los prejuicios vienen de la ignorancia y limitan nuestra capacidad de analizar la realidad. Se suelen “curar” haciéndonos preguntas para averiguar si lo que nos han contado es cierto o no.
7. Baja autoestima
La baja autoestima resulta de un conjunto de creencias poco edificantes que la persona acumula sobre sí misma.
¿Por qué habrá tanta gente en el mundo que no es consciente de su valor? Quererse poco a sí mismo es una costumbre muy extendida.
¿Qué impide que una persona pueda amarse a sí misma? ¿Hay algún motivo convincente?
8. Egocentrismo
Consiste en vivir tan concentrado en uno mismo y sus circunstancias, que todo lo ajeno importe poco.
No estamos solos. Vivimos junto a personas que también tienen problemas, sueños, necesidades, etc. Y, nos guste o no, nos necesitamos mutuamente.
9. Resistencia al cambio
Es el miedo a lo desconocido, por el que la persona trata de aferrarse a la realidad donde sabe desenvolverse. Sin embargo, la vida es cambio permanente y esta paradoja la conocemos todos.
Hemos llegado hasta aquí tras miles de cambios y el miedo no impedirá que se sigan produciendo.
La vida es un aprendizaje continuo.
Deshacernos de pensamientos que impiden que avancemos de manera óptima nos beneficia, si los reemplazamos por otros que realmente nos ayuden a superar las dificultades y a conseguir nuestros objetivos. Nunca es demasiado tarde.
Comentarios
5 respuestas a «Pensamientos que te separan de la vida que quieres»