Imagínate que estás contándole algo a un grupo de personas. Ellas te escuchan, hasta que alguien te corta repentinamente diciendo: «Eso no es nada. Lo que a mí me pasó fue que…» (Bla, bla, bla)
Y así es como este individuo, constantemente deseoso de atención, no te deja acabar la historia que estás contando. No lo mereces. ¡La suya es mucho más importante!
Este sujeto es aquél para quien la palabra «YO» es la más importante del diccionario. Un narcisista en grado sumo, mejor descrito en los siguientes puntos:
1. Es una aspiradora para los cumplidos. Se queda con los suyos y tratará de arrebatarte los tuyos, yendo varios pasos por delante de ti, sólo para probar que es mucho mejor que tú.
2. Está hambriento de atención continuamente y no puede soportar que tú la acapares por un momento.
3. Si tienes éxito en algo, su éxito siempre será más grande que el tuyo.
4. Si alguna vez pasaste por una experiencia difícil, él dirá que la suya fue peor. Si tú sufriste, él sufrió más.
5. Se empeña en llenar la habitación de su presencia, que a veces subraya haciendo que su voz suene alto.
6. Puede usar el sarcasmo para desacreditar tu historia, sutil o descaradamente.
7. O quizás intente burlarse de ti, para que su palabra tenga más fuerza.
8. Y, si a pesar de todo te ganas la admiración o los cumplidos, también te ganarás su antipatía.
9. Porque no puede soportar que haya alguien mejor que él. Si no puede arrebatarte la luz, los cumplidos, el crédito, quizás se retire de la escena odiándote en secreto.
Ten cuidado. Cubre tu espalda, porque este monstruo te guarda rencor. O bien te borra de su vida o bien vuelve para destruirte y quedarse con ese crédito que tú le robaste.
Este individuo es exceptional, una maravilla andante, experto en todos los saberes. Y, también, un ser nocivo para tu salud, para tu trabajo, tus relaciones y para cada aspecto de tu vida donde aparezca.
Cuanto menos trato tengas con este «figura», tanto mejor para ti.
Fuente: Me-Monsters!, de Samuel López de Victoria, Ph. D.
Nota: El monstruo puede tomar forma femenina o masculina. ¡Ah! Y es eso: un monstruo, el narcisismo llevado al extremo.
Imagen de PhotoGraham
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