Aquí tenemos dos ejercicios muy populares y sencillos: correr y caminar. Los dos nos ayudan a estar saludables combatiendo el sedentarismo.
¿Cuál es mejor? Depende de tu estado físico, necesidades y objetivos.
Perder peso
Obviamente, si deseas perder peso, correr es el ejercicio más efectivo.
Primero, porque al suponer más esfuerzo físico se queman más calorías, lógicamente.
Segundo, porque los estudios han demostrado que los corredores ingieren menos calorías después de ejercitarse. Tienen menos apetito en comparación con los “caminantes”, según dicen los estudios realizados.
Para compensar, una persona que desee perder el mismo peso caminando, en lugar de corriendo, habría de hacer ejercicio durante más tiempo y controlarse un poco más a la hora de comer.
Prevención de problemas de salud
Si te interesa disminuir el riesgo de desarrollar cataratas cuando ya tengas una edad avanzada, los dos ejercicios, caminar y correr, son prácticamente igual de efectivos.
Las personas de vida sedentaria tienen peores papeletas en esto.
Y, como hemos dicho en otras ocasiones, también los sedentarios son más propensos a desarrollar otro tipo de problemas: diabetes, enfermedades coronarias, hipertensión, etc.
Respecto a ese último punto, los “caminantes” puntúan algo mejor en sus niveles que los corredores, siempre que hagan el mismo gasto energético.
Por ejemplo, si una persona corre durante una hora. El caminante (dependiendo del paso al que vaya) habría de caminar, más o menos, el doble de tiempo.
Claro que esto pocos “caminantes” pueden hacerlo…
Un apunte más: Si tus articulaciones están muy castigadas para correr, camina. Es más sencillo y SIEMPRE es preferible hacer algún ejercicio que no hacer ninguno en absoluto.
No olvides consultar a tu médico, que es quien mejor puede orientarte dependiendo de tu situación y necesidades.
¡Muévete! Pero mimando tu cuerpo.