La vida es todo esto que acontece alrededor de ti, esperando que lo conozcas, que lo disfrutes, que lo aproveches. ¿No sientes curiosidad?
La curiosidad es el deseo de explorar lo desconocido, lo mismo un detalle, que un mar de conocimiento.
Muchos de nosotros (yo misma) exploramos, sí, pero en ocasiones nos limitamos a profundizar en lo que ya sabemos. Eso no está nada mal.
Pero me pregunto qué tal estaría dejarse llevar por la curiosidad para explorar terrenos que, hasta la fecha, hemos considerado aburridos, sin interés. Aunque ésa es sólo una conclusión apresurada, porque en realidad no estamos seguros.
A mí me pasó esto con la música clásica. La consideraba aburrida, hasta que la exploré más a fondo y hoy es uno de mis placeres preferidos. Lo mismo podría pasarme con otras experiencias, si les diera la oportunidad.
Qué te parece si celebramos que estamos vivos y nos atrevemos a observar, a probar cosas nuevas para ver cómo son, cómo funcionan.
Y, de paso, ganamos en sabiduría, que ya es ganancia… Si algo tienen en común las personas que han destacado o destacan por su inteligencia, es que han sido curiosas. Porque todos nacemos sabiendo más o menos lo mismo.
Tampoco hace falta que nos atasquemos de datos y estímulos con el objetivo de ser unos lumbreras. La idea es disfrutar del descubrimiento.
Qué tal si nos interesamos por alguna actividad que realiza ese amigo o algún miembro de la familia…
Digo, por ejemplo. Porque, en realidad, basta con mirar alrededor ahora mismo para encontrar algo que despierte nuestra curiosidad.
¿Nos atrevemos a explorar un poco?