Empiezas a fumar porque tus amigos lo hacen

Mucha gente joven empieza a fumar porque lo hacen sus amigos u otras personas de su entorno. ¿Fue tu caso?

Es fácil caer en las garras del tabaco en esa situación.

Con el tonteo, aceptas el cigarrillo al que te invitan (porque piensas que con uno no pasa nada). El fin de semana siguiente, aceptas otro. Y, así, hasta que tú también eres un fumador habitual.

amigos que ya no fuman

¿Eres fumador de fin de semana?

Hay jóvenes que creen que seguirán siendo fumadores ocasionales; de los llamados «fumadores sociales«, que únicamente prueban el tabaco en fines de semana o en celebraciones diversas.

Sin embargo, las estadísticas nos dicen que un buen número de fumadores sociales terminan siendo fumadores habituales (de los que fuman a diario).

Y, aunque no fuera así, los fumadores ocasionales también dañan considerablemente su salud a fuerza de fumar durante años y años.

¿Por qué es tan fácil caer?

Por una parte, porque estás viendo que gente de tu entorno lo hace. Vas a un bar y encuentras a la mayoría de tus amigos con el cigarro en la mano¡Caramba! ¡Todos fuman!

Cuanto más «normal» lo veas a tu alrededor, tanto mayor es el riesgo.

Por otra parte, tú, seas o no consciente de ello, asocias el tabaco con algo bueno: El ocio, el descanso, la diversión, la compañía de sus amigos…

No, yo no caí

Aquí es cuando yo podría colgarme una medallita: Algunos de mis amigos se volvieron fumadores sólo porque otros del grupo fumaban.

Probaron y se fueron enganchando.

Por esos tiempos era muy difícil resistirse, porque ibas a la cafetería de cualquier centro de estudios y había más humo que aire respirable.

Te hablo de los últimos años de la década de los 80. Fumaba hasta «el Tato» y yo NO caí. Se me hacía una costumbre insana y absurda. Lo que es, vaya.

Practicaba deporte, comía sano, salía con mis amigos… ¡y no me hacía falta fumar para pasarlo bien!

Me da un poco de rabia cuando pienso que yo me resistí al vicio cuando el entorno me lo estaba poniendo más difícil y, sin embargo, caí años más tarde, sin nadie que fumara alrededor.

Si me preguntas por qué comencé a fumar, creo que no sabría contestarte. Descarto la influencia de los fumadores del entorno. De hecho, empecé en una época en la que me encontraba muy sola. Pero eso es otra historia…

Por lo pronto, si eres joven y te estás «resistiendo al tabaco», te animo a que sigas así y a que lo dejes, en caso de que sólo fumes los fines de semana.

Tú no necesitas el tabaco para nada.

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