Cómo puedes generar una actitud positiva en un momento difícil. Cualquier cosa te sale antes que esto.
Esta entrada te da ideas para hacerlo… O lo intenta.
Una actitud positiva… en un momento difícil
Salir de la nube negra de la negatividad para despejarse, recobrar energías e intentar observar el panorama desde una perspectiva más constructiva.
Eso es lo que se pretende.
Para lograrlo cada persona tiene sus propios recursos, técnicas o instrumentos; ésos que funcionan especialmente bien en su caso.
Por ejemplo: practicar un deporte, irse al cine o conducir mientras que el sol va ocultándose lentamente.
¿Y si, además de deshacernos de lo negativo, lo sustituimos por una forma más positiva de aproximarse a la situación?
Aquí tienes unas cuantas ideas.
1) Relájate
En un momento de tensión, lo primero es calmarse; cosa que se puede lograr respirando lenta y profundamente.
Poco a poco, nuestra mente va separándose de los problemas y prestando más atención a la respiración de nuestro cuerpo, hasta que ése sea nuestro único «motivo de preocupación«.
Así comenzamos a impregnarnos de lo positivo: tomando conciencia de las sensaciones agradables que experimenta el cuerpo cuando se destensan los músculos. La ansiedad, al menos ahora, está siendo puesta de patitas en la calle.
2) Toma conciencia de TODO lo bueno
Una vez que nuestro cuerpo esté respirando tranquilo y relajado, comienza algo que no es tan simple como parece. Hay que practicar, pero merece la pena.
Se trata de percatarse de todo lo bueno que está aconteciendo ahora mismo.
Todo lo que podamos ser capaces de percibir o sentir: desde el placentero tacto de nuestros pantalones nuevos hasta la llamada de nuestro amigo, proponiéndonos ir a la cervecería que han abierto en la esquina. TODO.
En este momento dirigimos nuestra atención del ruido espantoso que viene de la calle a la música barroca que suena en nuestra habitación, por ejemplo. Le damos un empujón a lo malo y buscamos o perseguimos lo bueno. Progresivamente, vamos tomando el control.
La posibilidad de escuchar; de distinguir colores; de poder descifrar un texto escrito…
Hemos de recuperar el placer que llega de lo cotidiano; de esas maravillas que se han hecho costumbre y pasan inadvertidas, cuando las hay que superan en importancia a los problemas que nos acucian.
Disfrutarlas, apreciarlas y llenarnos con su energía. Pensar en lo mejor del día, en lugar de en sus cargas. En eso consiste este momento.
3) Escribe un diario positivo
¿Qué tal tener algún soporte que contenga únicamente aspectos positivos de la vida? Lleno de lo que nos hace sentir bien, de alegría, de paz, de luz…
Este paso puede ir perfectamente a continuación del anterior, porque ya hemos estado un ratito pensando en lo bueno que nos rodea.
¿No es una buena idea preservarlo? Sería como tomar una fotografía a ese bienestar que sentimos.
Esto se puede hacer en todas o en algunas ocasiones; a grandes rasgos o con la minuciosidad que a cada uno le parezca oportuna.
El diario, como instrumento para ir convertiéndose en una persona más positiva, intuyo que es muy eficaz. Porque se trata de una recopilación de sensaciones y buenos momentos que se han experimentado en primera persona.
Relacionado: Un diario positivo: de gratitud, de logros. ¿Con cuál te quedas?
Las anteriores son tres técnicas cuya práctica sucesiva no garantiza que los problemas se vayan, pero sí que nos sintamos más aliviados y relajados para abordarlos.
Y, como en cualquier otra técnica, «la práctica hace al maestro«.
Seguiremos buscando, pensando, compartiendo y llevando a la práctica ideas. No nos pierdas la pista. 😉
Imagen de NYCArthur
B.C. dice
Me encanta!! Buenísimas ideas. Yo empecé el diario y aunque ahora lo tengo abandonado, pienso proponerme que termine siendo una costumbre. La verdad es que sólo escribí en él un día, pero al terminar me sentí mucho mejor.
Un besito!
TBM - Casandra dice
Escribir sirve de mucho. Tanto para quedarse con lo bueno, como en este caso, como para aclarar ideas, desahogarse o hacer una «fotografía escrita» del momento. Es un recurso que cada uno puede usar para lo que guste.
Yo a veces me dejo notitas en la agenda y, cuando las miro después de un tiempo, sonrío. Si ése fue un mal día, ya quedó atrás. Si fue bueno, conecto con esa sensación.
Muchas gracias por compartir tu visión y ojalá que, aunque escribas de tanto en tanto, te sirva. 😉
Besos! 🙂