¿Quisieras preocuparte menos de lo que lo haces?
Hay verdades que tenemos tan interiorizadas, tan plenamente asimiladas, que dejamos de pensar en ellas para concentrarnos en lo novedoso de las situaciones que vivimos a diario.
Hoy queremos recordar 5 de esas verdades que todos conocemos.
Cinco verdades que se convierten en razones para limitar el tiempo que pasamos preocupándonos por lo que pueda pasar o por lo que puedan pensar otros.
Recordemos que…
1. La vida es breve
Si la comparamos con el tiempo que lleva la Tierra girando sobre su eje y lo que le queda, nuestra existencia es un suspiro. Es un tiempo que nos conviene dedicar a lo que realmente importa.
A veces las prisas y las preocupaciones nos ciegan hasta perder la perspectiva. Prestamos más atención a los problemas, a los fallos, a los rencores, a los errores del pasado y a los fantasmas del futuro.
Dedicamos tiempo a pensar sobre asuntos que, quizás dentro de poco, no tengan ninguna importancia.
Y, mientras tanto, nos estamos perdiendo lo fundamental y dejando de valorar lo bueno que tenemos y lo bueno que acontece cada día a nuestro alrededor.
2. No todo lo que piensas es cierto
Que tengamos capacidad de raciocinio no implica que todo lo que pensemos sea real, cierto, lógico, beneficioso, etc.
En nuestra mente caben prejuicios, pensamientos absurdos, verdades a medias, reverendas tonterías y elucubraciones exageradas acerca del horrible futuro que nos aguarda. De todo hay.
Y cuando nos preocupamos, dando veinte vueltas sobre lo mismo, más exageramos y más espantosas son las conclusiones a las que llegamos. Pero eso no las hace reales, ni ciertas, ni mucho menos beneficiosas.
3. No puedes controlarlo todo
Cuando hacemos todo cuanto está en nuestra mano, ¿qué sentido tiene agobiarse por aquello que no depende de nosotros? Otra verdad que conocemos de sobra.
No tenemos la certeza de cómo evolucionarán las cosas. (Relacionado: Ideas para manejar la incertidumbre.)
Es más, hasta controlándolo todo al dedillo, al final puede suceder algo que cambie la jugada por completo y nos ponga la vida patas arriba. ¿Quién sabe con exactitud qué ocurrirá en el futuro?
4. Lo que piensen los demás es secundario
Muchas de nuestras preocupaciones están relacionadas con la opinión que puedan tener los demás.
Queremos sentirnos respetados, aceptados, admirados o amados. Y nos esforzamos día a día por no defraudar sus expectativas.
Así es como vamos perdiendo de vista que la opinión más importante es la que cada persona tiene de sí misma.
Tu opinión, tus principios, tu criterio, tus prioridades, tus metas: TU VIDA.
Cada uno tiene su vida, que es un regalo inmenso hecho para compartirlo con los demás. Pero que también conlleva una gran responsabilidad. La responsabilidad de que cada uno de nosotros la viva en sus propios términos, siendo fiel a sí mismo, auténtico y único.
5. Preocuparte en exceso no te hace más responsable
La responsabilidad es una cosa y la preocupación, otra. Ser responsable es ocuparse: Planear, tomar cartas en el asunto y pasar a la acción cuando sea necesario o posible.
Pensar sin descanso sobre una cosa o sobre una persona no implica necesariamente que estemos decididos a ocuparnos de la situación buscando soluciones. Y, si no es el caso, ¿para qué perder el tiempo pensando en ello?
Dicho lo anterior, si te apetece descansar un poco de preocupaciones, ya te propusimos varias ideas.
Evitar las preocupaciones por completo es poco realista, poco deseable y no está en el lote.
Entre las que sí son viables: Hablar del tema con alguien o incluso contárselo a un objeto. (No es broma.)
Escribir lo que te preocupa también da resultado. Date unos minutos para poner por escrito lo que tienes en la cabeza y verás cómo notas el alivio.
Y aquí tienes otro puñadito de ideas: 10 Técnicas contra la preocupación excesiva.
Abramos los ojos. Recordemos hoy lo fundamental sin sentirnos tan asustados e infelices por lo que en realidad es secundario.
laura dice
Yo le doy muchas vueltas a la cabeza, tantas q me resulta agobiante, lo he probado todo, terapia gestalt y dos años de psicologo, he probado todas las tecnicas habidas y por haber y aun asi sigo con lo mismo, la verdad de q me trae problemas de ansiedad y mucha inseguridad .Supongo ed por ello q tengo colitis cronica…..
Casandra - TBM dice
Vaya, Laura. Siento que tengas ese problema y que te esté costando resolverlo. Así, sin más, sería irresponsable por mi parte proponerte alguna idea. Hay personas que son más propensas al estrés que otras y yo desconozco cuáles son las razones por las que te preocupas tanto.
Pero piensa que la solución existe y tú, que estás queriendo encontrarla, darás con ella. Quizás pase por un cambio radical de vida o por cosas más simples como, por ejemplo: añadir más momentos de diversión, practicar un hobby o prestar menos atención a los demonios de tu cabeza y dirigirla hacia otros proyectos o personas.
Algo habrá que pueda hacerse para que te sientas mejor. Quizás en tu caso tengas que seguir probando, pero no dejes de explorar opciones, amiga.
Ojalá que pronto puedas ir encontrando un poquito de calma. Un beso.