Algunas personas pensamos que la felicidad se halla en una vida más sencilla. ¿Es esto así?
No tiene por qué. Cada persona va conociendo y probando distintos enfoques y prácticas hasta que decide con cuáles se siente más feliz.
Así, probando y comprobando, algunos hemos adoptado una serie de ideas que inciden en que seamos más felices.
Esas ideas defienden que eliminar lo que sobra es siempre una ganancia.
Y yo pienso que también van en la línea de que uno mismo es responsable de decidir y construir su felicidad (hasta donde le sea posible) usando lo mejor que pueda aquellos recursos de los que dispone.
A mí me gusta una vida sencilla y productiva. Cada quien elige lo suyo. ¿Y tú? ¿Has elegido?
¿Cuáles son tus ideas?
Más allá de que la filosofía te parezca un latazo (o no), tú te mueves conforme a ciertos principios. Cada día los pones en práctica cuando haces o deshaces tu felicidad.
Quienes nos sentimos a gusto en una vida más sencilla, coincidimos en algunos como estos:
- Practica la gratitud. Aprende a encontrar la felicidad en lo pequeño que ocurre cada día.
- Crea tu propia definición de éxito. Y la de felicidad. No vivas la vida de otro.
- Construye una rutina flexible diaria en la que atiendas tus prioridades.
- Procura que en la cúspide de tus prioridades esté tu salud.
- Haz más cosas de las que te hacen feliz. (Y menos de las otras.)
- Piensa en grande, actúa en pequeño y limita tu lista de intereses.
- Ten menos posesiones. Quédate con las que necesites y te hagan feliz. Y elimina el resto.
- Procura mantener cierto orden, en tus entornos y dentro de ti.
- Piensa en lo que quieres, puedes y vas a hacer. Y piensa menos en tu edad, en tu apariencia o en otras limitaciones superfluas.
- Ante los pequeños fastidios y engorros cotidianos, intenta pasar página cuanto antes.
- Recuerda a menudo que todo es temporal: lo bueno y lo malo.
- Saca la basura con frecuencia: la de tu casa, la de tu mente, la de tu corazón.
- Haz las paces con tu pasado y mira hacia delante.
- Renuncia al exceso de ruido y estrés. Usa tu creatividad y tus recursos para crear espacios de tranquilidad en tus días.
- Respeta tus descansos. Y di “stop” siempre que lo necesites.
- Cumple con tus responsabilidades. Si te vienen largas, intenta recortar en las menos trascendentes.
- Sé honesto, congruente e íntegro contigo y con las personas importantes de tu vida.
- Cuida de tus relaciones importantes. No des por sentado que quien está contigo hoy va a estarlo mañana.
- Sé lo buena persona que quieras ser sin esperar nada de nadie.
- Escucha a quien consideres, pero da tu confianza solo a quien se la gane con sus acciones.
- Expulsa a quien no te respete como persona.
- Deja de preocuparte por la opinión sobre ti de la gente que no pinta nada en tu vida.
- Invierte más en las relaciones significativas y menos en las superficiales.
- Haz tu parte lo mejor que puedas cada día. Y reconoce tu esfuerzo.
- Ingéniatelas para disfrutar y sonreír cada vez que veas la oportunidad. Y, si no la hay, fabrícala tú.
Quienes queremos una vida más sencilla llevamos a la práctica ideas de ese estilo. Vamos en esa línea, aunque cometamos errores y nos quede práctica por delante.
Desde hace unos años, la vida simple está de moda (minimalismo, movimiento hygge…) Como todas las modas, pasará.
Pero no pasará para todos. Muchos hemos descubierto las ventajas de esa vida simple y tenemos felicidad para rato.
¿Qué hay de ti? ¿Qué ideas adoptas para ser feliz?