Postura incómoda donde las haya: vas a contracorriente.
- ¿Tu estilo personal se aparta de las modas?
- ¿Has tomado una decisión impopular?
- ¿Sostienes una creencia o filosofía de vida minoritaria?
- ¿Eres fan del equipo de fútbol más malo de su categoría?
No te apures. Por una cuestión o por otra, todos nos apartamos de “lo normal” alguna vez en la vida.
¿Cómo evitas sentirte un bicho raro? ¿Cómo te mantienes firme en esa situación?
Yo también tengo mis rarezas, opiniones que se salen de la norma y otros detalles en los que voy a contracorriente del entorno que me rodea. Y no pasa nada. Es más, creo que podemos empezar por ahí.
Celebra lo que te hace único
Tú eres una persona única, por fuera y por dentro. Tienes tus valores, tus gustos, tus opiniones y la opción de hacerlos valer. Pórtate bien contigo y celebra lo que te hace distinto.
Si vives o piensas de una forma diferente a la gente que te rodea, ten en cuenta que no siempre la mejor opción es la más popular, la que toma prácticamente todo el mundo. O, al menos, no es la mejor para ti, cuando quieres tomar otro camino.
Mira las ventajas que tiene eso que te hace diferente
Piensa en positivo. Por ejemplo, yo me visto con lo que estoy más cómoda y paso de las modas. Además, nunca me han gustado esas cositas que se cuelgan (pendientes, cadenas, anillos, collares, etc.). Ni reloj de pulsera uso. Los accesorios me incomodan.
Ya lo sé. Es raro. Pero no veas el dinero que se ahorra, entre otras ventajas que tiene.
Esa no es la única de mis rarezas. Y tú, seguramente, también tendrás más de una opinión o costumbre que se salga de lo común. Mírale lo bueno.
Además, vas a descubrir que hay otras personas que comparten esa misma rareza.
Luego, ya no estás tan solo. Hay mucha gente en el mundo que comparte tu opinión, tu gusto o tus manías a la hora de desayunar. Lo que sea.
(Claro que… diferirán de ti en otros puntos.)
Defiéndete con respeto
Si alguien te pregunta, explícale (si quieres) las razones por las que te decantas por lo tuyo.
Sostén tus razones y escucha lo que te digan. No tienes nada que perder. Si lo tienes muy claro o la razón está de tu parte, genial. Y, si estás equivocado, mejor. Así puedes aproximarte a un punto de vista que no habías considerado. Ya es ganancia.
Di lo que piensas. Invita a quienes te rodean (si quieres) a que prueben o consideren tu rareza. Pero, si siguen firmes en su idea, respétalos y ya está. Deja las batallas de: “lo mío es mejor que lo tuyo”. Con eso, ¿quién gana?
Espero que con esto te sientas más a gusto siendo un bicho raro. 😉
Todos tenemos derecho a nadar a contracorriente. Es más, todos lo hacemos alguna o muchas veces. ¿No es maravilloso que haya tanta variedad?
Imagen de Andrew Morrell Photography