Anticípate a la motivación dando un primer paso

¿Qué es eso de esperar a que lleguen las ganas, como si fueran agua de mayo? Anticípate a la motivación dando el primer paso.

¡A la brava!

¿Sabe bien esto? ¿Es fácil?

Mira, tú lo sabes mejor que yo: es mucho más fácil moverse cuando las ganas te levantan de la cama.

Cuando estamos motivados, qué fácil resulta hacer lo que tenemos por delante. ¡Queremos hacerlo!

No supone ningún esfuerzo, al contrario. Allá que vamos tan contentos a cumplir la misión.

Aunque no siempre sentimos motivación al momento de empezar la tarea, incluso una que supuestamente nos gusta.

En ocasiones, la pereza o la inseguridad se hacen las amas del cotarro.

— No tengo ganas. No es el momento. Está lloviendo ahí afuera. Estoy de bajón.

¿Y qué ha pasado algunas veces, cuando a pesar de las excusas, te has movido?

Botón de encendido, que representa la intención de anticiparse a la motivación dando un primer paso por voluntad propia.
  • Ese día que no tenías ganas de salir, pero lo hiciste. Y, una vez en la calle te lo pasaste bien.
  • Ese día que no te apetecía hacer ejercicio, pero igual arrancaste. Y, cuando llevabas unos minutos, estabas encantado de haberlo hecho.
  • Ese día que necesitabas motivación urgente para hacer un trabajo peñazo. Pero la motivación no llegó. Y, al cabo del rato de ponerte con el trabajo del que renegabas, se te hizo ameno.

Podríamos seguir con interminables ejemplos, porque la motivación no es siempre esa chispa que prende la mecha. Muchas veces es la fuerza que generamos nosotros, al pasar a la acción.

¡Claro que eso ocurre! La cuestión está en lanzarse a hacer lo que sea, a pesar de las pocas ganas.

A mí me suele pasar siempre que tengo que conducir (me estresa especialmente). Y en no pocas ocasiones, al poco rato, descubro que estoy disfrutando del viaje.

Pero antes he tenido que vencer la reticencia inicial.

Casi siempre le doy largas, para después decirme:

Pero si no es para tanto…

Anticípate a la motivación dando un primer paso

¿Hay algún «truco» para esto?

Pues sí, aquí hay uno: simplificar el momento de empezar enfocándote solo en el inicio.

  • Para hacer ejercicio, por ejemplo, necesitas vestirte para la ocasión y ¡a moverte!
  • Para salir a la calle, abrir la puerta y poner un pie afuera.
  • Para escribir un post como este, encender la máquina y tap, tap, tap…

Cuando pases por uno de estos trances, no mires la tarea completa. Mira solo el comienzo. La motivación llegará cuando estés en la faena.

¿Y si no lo hace?

¡Ah! No hay forma de saberlo si no le damos la oportunidad. 😉

Relacionado: