Buenas razones para levantarse temprano

En general, unos madrugan por costumbre; otros, para cumplir con sus obligaciones y también hay quien madruga por gusto.

¿En qué grupo te gustaría estar?

Encontrar razones motivadoras para salir de la cama es una buena manera de empezar el día.

Anteriormente, apuntamos truquillos sobre «cómo madrugar«. Hoy nos ocuparemos del «para qué madrugar«, que hace que el «cómo» sea mucho más fácil.

Razones para madrugar

• Tienes más tiempo para ti mismo. Ésa es la principal razón. La jornada es un poquito más larga y puedes destinar esos minutos extra a algo que vale la pena, como puede ser lo siguiente…
• Haces un poquito de ejercicio. Te hará sentir bien el resto del día.
• Planeas cómo va a ser tu jornada, en líneas generales. Algo que es menos estresante que improvisar sobre la marcha.
• Mejoras tu productividad. Lógico. Si te levantas un poco antes y llevas un plan de ruta, puedes hacer más cosas (incluidas las divertidas).
• Te preparas para lo más duro del día. Si así lo has planeado, puedes quitarte de en medio pequeñas tareas para que luego no te roben atención de las más grandes.
• Alimentas tu espíritu. Las primeras horas del día, cuando uno está más despejado, son idóneas para meditar o reflexionar con calma.
• Disfrutas de la Naturaleza. Cuando tienes unos minutos extra en el día, puedes apreciar el aire fresco de la mañana o el paisaje del amanecer.
• Tienes menos prisa. Esto se traduce en menos estrés; en no agobiarse tanto con el tráfico o en olvidarse de ir a galope tendido para llegar puntual al trabajo.
• Hay más tiempo para compartir con los tuyos, para algo que mantendrá vivas tus relaciones: la comunicación.

¿Se te ocurre alguna buena razón más?

Ante todo, ten en cuenta que adquirir el hábito de madrugar por obligación es más difícil que hacerlo cuando existen otras razones más convincentes o, al menos, más motivadoras.

En caso de que no estés por la labor de levantarte un poco antes, también puedes cambiar la forma en que lo haces.

Procura no levantarte de mal humor.

Practica para ver lo bueno del día antes de poner un pie fuera de la cama. Y, si no puedes verlo, intenta no pensar en nada. He tenido años para comprobar que ésta es una buena recomendación.

«La primera hora de la mañana es el timón de la jornada». (H.W. Beecher).

Imagen de Anita363