¿Obstáculos? Cuando te dispones a hacer un cambio, los encuentras. Algunos están ahí desde siempre, pero no reparas en ellos hasta que te pones manos a la obra.
Uno de ellos es la oposición directa o inconsciente de algunas personas que tienes alrededor. Prefieren que no cambies y, queriéndolo o sin querer, se convierten en un obstáculo.
Otro obstáculo son la batería de responsabilidades y ocupaciones cotidianas. Tal vez, hasta que empiezas con tu cambio, no reparas en que apenas dejan tiempo o energía para ocuparte de lo nuevo que te interesa.
¿Y el mayor de todos? Otro muy conocido: tú mismo.
Tú, con la resistencia inicial que experimentas y/o con la escasa confianza en que el cambio salga bien.
Total que, entre los que ves antes de decidirte a cambiar y los que van aflorando, te encuentras con más obstáculos de los que quisieras. Y, si te ves muy abrumado, quizás desistas de hacer el cambio que quieres.
Aunque… ¡tienes otra opción! Un cambio de vida no tiene porqué ser explosivo. Podría empezar con una simple semillita.
De hecho, es la manera más segura (que yo conozco) de lograr un cambio en la dirección que consideres.
Ejemplos:
- Si quieres leer más libros y no tienes hueco, lee dos o tres páginas por la tarde. Sólo eso.
- Si quieres hacer ejercicio, empieza por diez o quince minutos cada día. Ya está.
- Si quieres madrugar más, levántate diez minutos antes.
- Si quieres ahorrar y los gastos no te dejan, comienza guardando moneditas.
- Si quieres revitalizar tu vida social, mándale un saludo a un amigo al que no ves hace tiempo o llámalo, antes de darte excusas para no hacerlo.
El cambio requiere acción
No tiene que tratarse de una GRAN acción. Un cambio sonado puede empezar con acciones pequeñitas realizadas consistentemente.
Esas pequeñas acciones te ayudan a vencer la resistencia inicial (la tuya y la de los “opositores” del entorno) y, conforme avanzas con ellas, sumas en confianza.
Al tener más confianza, también crece la motivación. Y, cuando crece la motivación, lo hace la creatividad: se te ocurren más ideas para hacer lo que quieres, superando los obstáculos.
Así que, antes de tirar la toalla por lo liado, desmotivado o asustado que estás en este momento, dale una oportunidad a las acciones pequeñas que apunten hacia el cambio que deseas.
Si los obstáculos actuales te dificultan actuar “a lo grande”, actúa en pequeño y deja que el cambio germine. Confía en que lo hará.