Cómo evitar ser desbordado por el trabajo

Llega el momento en el que nos sentimos desbordados, bien porque nos hayamos comprometido con algo sin saber exactamente dónde nos metíamos o bien porque flaquee nuestra resistencia al estrés.

Pronto seremos prácticamente aplastados por el alud de la responsabilidad. ¡Noooo…! Hay que ponerle punto final a este agobio.

Hemos hablado en otras ocasiones sobre el asunto; incluso hubo una vez que tuvimos el descaro de tomarlo a broma. Hoy, por el contrario, abordamos el asunto de una manera seria, breve y efectiva. (O eso espero…) 😉

Lo anterior, gracias a la página Time Management Ninja, que nos condensa en 6 las medidas a tomar para prevenir esa saturación tan desagradable. Son las siguientes.

estrés en el trabajo

1- Conocer las exigencias de los compromisos asumidos

Es un primer paso básico. Sí, hay «mucho» que hacer, pero ¿cuánto tiempo y energía supone ese «mucho»? ¿Acabaré a las dos, a las tres o me iré a dormir sin saber cuándo acabaré?

Nuestro entorno nos demanda una respuesta frente a aquello con lo que nos comprometimos.

Cuando las tareas sean muchas, variadas o eternas (de lo largas que se hacen), algo eficaz es esquematizar, lápiz y papel en mano, cómo van a transcurrir las próximas horas.

Hacer una estimación de lo que va consumir cada tarea, en términos de tiempo y esfuerzo, aligera la presión que sentimos.

2- Decir que no

Se puede ser generoso y amable con los demás habitualmente y negarse en alguna ocasión a hacer algo que nos hayan pedido.

Cuando no se puede, no se puede. Y nadie está obligado a hacer siempre lo que le piden.

3- Acabar lo que se pueda

Más vale terminar unas poquitas tareas que tener muchas empezadas.

Aunque el trabajo sea el mismo en cantidad, es menos agobiante si se terminan algunas cosillas y luego se van comenzando otras.

4- No trabajar solo

Delegar tareas siempre que sea posible, porque ésa es una de las claves de la productividad en el trabajo.

Si no existe la opción de delegar, siempre estará la de pedir ayuda en un momento puntual o la de llegar a un acuerdo para brindar y obtener apoyo de otras personas.

Cooperemos. Somos un gran equipo. Un equipo enorrrrme…

5- Tener expectativas realistas

¿Qué se espera conseguir con todo el esfuerzo invertido?

Unas bajas expectativas desmotivan (para qué seguir); las altas expectativas tienen adosada la frustración cuando no se obtienen los resultados esperados.

En mi opinión, cuando se está sumergido en una madeja de compromisos varios y no se atisba la liberación por ningún lado, lo que más ayuda es tener poquitas expectativas, trabajar sin pensar más de la cuenta en ellas. No sé a ti qué te viene mejor en este caso…

6- Defender nuestro tiempo

El tiempo es nuestro mayor tesoro. Nadie tiene el derecho de robárnoslo sin más.

Qué rabia me da cuando me dicen en un establecimiento: «Vuelva usted mañana» y así están varios días.

O cuando me citan en el dentista a las 10 y siempre me atienden cerca de las 12. O cuando se empeñan en retenerme ésos que venden lo que sea por teléfono…

En definitiva, la medida a adoptar es proteger nuestro tiempo; trazar prioridades (familia, amigos, trabajo, descanso, etc.) y tratar de que no se queden fuera por culpa de los ladrones de tiempo.

 

Espero que consideres las medidas más efectivas en tu caso para evitar ser «quemado» o tal vez «abrasado» por las obligaciones.

Una vez más: ¡No al estrés descontrolado!

Imagen de Anomalily

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