Apuesto a que estás deseando parecerte a todas esas personas que tienen la autoestima por los suelos y que se sienten fatal a diario. (Qué intuitiva soy.)
Personas que creen que no valen ni el aire que respiran; que detestan su cuerpo, lo que hacen, lo que piensan y hasta la calle donde viven.
Si tú quieres experimentar ese mismo malestar, estás en el sitio apropiado.
El secreto de que esas personas vivan así de amargadas y plenamente infelices lo tienes en la pequeña guía que viene a continuación.
Son 7 puntos nada más.
1. Toma todas las críticas de manera personal
No cuestiones las críticas y opiniones de los demás. Acéptalas, tómatelas a pecho.
La gente sabe mejor que tú cómo eres, qué quieres y, sin duda, tiene un punto de vista más objetivo y sabio que el tuyo.
2. Considera que cada reto es mucho más grande que tú
Piensas que cada objetivo te supera. Estás en lo cierto. Además, ya hay gente que hace en la vida todo eso que tú quieres hacer y tú nunca les llegarás ni a la suela del zapato.
Mejor, quédate con lo pequeño y manejable; con la mediocridad que ya conoces. No puedes aspirar a más.
3. Ten en cuenta siempre tus limitaciones
Haz una lista de todos tus defectos y de todo aquello que no puedes hacer, y recuérdala continuamente.
Así te evitarás la locura de intentar cualquier cosa en la que se ponga de manifiesto lo poco que vales.
4. No te dediques tiempo a ti mismo
Dedica el tiempo a trabajar y a hacer todo lo que te pidan los demás. Sus necesidades son siempre más importantes que las tuyas.
5. Enfoca tu imaginación en lo catastrófico
Utiliza tu creatividad para recrear escenarios en los que los planes salen mal, la gente te desprecia y la vida apesta.
Cualquier cosa que pueda ir mal, siéntela, padécela por anticipado. No sea que luego no se cumpla.
6. No te muevas de ahí
Deja que las oportunidades pasen de largo. Total, seguro que te sale el tiro por la culata. Es mejor no arriesgarse. ¿Quién necesita más desventuras?
7. Mantén tus expectativas lo más bajas que sea posible
Cuanto peor pienses que irán las cosas, menos terreno le dejas a la decepción. Apunta bajo. Piensa en corto, en negro. Las expectativas, siempre negativas.
¡Listo! Si sigues estas indicaciones, tardarás muy poco tiempo en sentirte rematadamente mal contigo mismo.
Esta maravillosa guía gratuita se complementa de mil amores con los 10 mandamientos de la ley pesimista. Con todo el lote, la infelicidad está garantizada.
Si te has creído algo de esto, vuelve a leer el cuadro azul que está al inicio del post. 😉