Reflexiones para recordar que los malos tiempos pasarán

Aquí tienes 5 reflexiones con un mismo mensaje: los malos tiempos pasarán. Los malos momentos quedarán atrás.

Estaban perdidas en los archivos del blog y decidí rescatarlas. A mí me sirve recordar este mensaje. Ojalá que a ti también.

1. No durará para siempre

El momento que atraviesas es tan intenso, tan duro, tan difícil… que crees que durará para siempre. Pero, no. Solo lo parece.

Tienes el corazón destrozado por una decepción. Sientes que el dolor no remitirá. Es lo que parece.

Vives en un mar de dudas, con la sensación de que no hay una señal que arroje algo de luz. Es lo que parece.

Trabajas rompiéndote el lomo, preguntándote si tendrás que soportar esa pesada carga para siempre. Es lo que parece.

Fracasas otra vez… y otra vez más. Lloras y te hundes en la frustración, resignado a que la que la historia vuelva a repetirse. Parece que va a ser así.

Pero, ni las circunstancias actuales, ni lo que sientes cuando la vida está patas arriba van a durar para siempre. Solo lo parece.

Haz lo que puedas para sobrellevar este momento duro: llora, grita, reflexiona, habla con otros, duerme… Dale al momento lo que pide.

Haz lo que tengas que hacer AHORA y no pienses más allá.

2. El mal trago pasará. Recuérdalo.

Te resultan largos los días y las noches difíciles, en contraste con lo rápido que parecieron volar los buenos tiempos.

El malestar ocupa tanto espacio, que los momentos felices quedan lejos y borrosos. Tanto espacio, que eclipsa las cosas buenas que a día de hoy hay en tu vida. Tanto, que olvidas que este mal trago pasará.

Todo es temporal: las alegrías y las penas; las ganancias y las pérdidas. Así ha venido siendo.

Viviste momentos en los que te sentías feliz. Viviste momentos duros. Unas experiencias te debilitaron. Otras, te hicieron más fuerte, más sabio.

Ahora es el momento de retomar lo que puede servirte de todo eso que has vivido. Y también lo valioso que encuentres en el día difícil de hoy.

Seca tus lágrimas. Reclama tu experiencia y todas esas cosas buenas que ha eclipsado el malestar. Ahí están, contigo. Tengas más o menos recursos en tus manos, aprovéchalos.

Recuerda que este mal trago pasará. Mientras tanto, puedes usar lo que tienes a favor o intentarlo. Tienes la oportunidad de enfocarte en lo que sí quieres que ocurra más adelante.

Pero, si no quieres aprovecharla o no te ves con fuerzas, recuerda que a cada segundo que pasa estás saliendo de este episodio. Recuérdalo. Los malos tiempos pasarán.

3. Saldrás de esta

Es un momento doloroso. Tan oscuro, que estás totalmente desorientado. Tan duro, que piensas que las fuerzas se te agotarán antes de que alcances a atisbar una pizca de luz.

Escucha. Vas a salir de esta. Mejor dicho: Estás saliendo ya.

Sigues respirando. Tu corazón continúa latiendo. Resistes un minuto más… y otro… Cada vez está más cerca la salida del sol.

Lloras, gritas y te parece que nadie escucha. Sigue haciendo frío.

Pero esto que vives no te hundirá, por devastado y solo que te sientas. Porque, al menos, te tienes a ti y a los años y años de experiencias acumuladas, de fuerzas puestas a prueba, de sinsabores enfrentados…

Sobrevivirás. Sabes que tienes lo necesario para conseguirlo. Quizás ahora mismo no lo creas. Tampoco lo creyeron miles de personas que pasaron por donde tú estás ahora… y salieron adelante, como tú estás haciendo.

Volverás a reír. No solo pasará la oscuridad, sino que la claridad se impondrá. Con ella, la dicha y esta sabiduría, que nació de lo oscuro para convertirse en un valioso regalo que compartir con el mundo.

Mirarás hacia atrás y quizás te emociones recordando este momento. Un momento tan oscuro y difícil que pensaste que se haría eterno.

Y no. Por sombrío que sea, pasará. Saldrás de ésta y, cuando lo hagas, se lo recordarás a quienes encuentres desorientados.

Hay un momento más limpio, más claro. Un momento radiante, que está cada vez más cerca.

4. Mañana será diferente

El enfado se enfría. La tristeza se marcha. La preocupación se atenúa. Y el fracaso de hoy también quedará atrás. Los malos tiempos pasarán.

A veces nos quedamos atrapados en una situación difícil, pensando que es un cepo del que no podremos escapar. La trampa real no es esa, sino creer que el dolor que sentimos es permanente.

¿Por qué tiene que serlo?

Equivocarte hoy no te impide rectificar mañana. El llanto de hoy no impedirá que vuelvas a reír. La preocupación que nubla tu noche, tarde o temprano, se despejará.

Nada te ata para siempre, a menos que tú lo decidas… y ni aun así.

Dale una oportunidad a mañana.

Deja que el tiempo te demuestre que el dolor pasa. O, si no lo hace, te enseña cómo manejarlo.

Deja que ponga ante ti el amor, la alegría, la paz y todo eso que hoy sientes tan lejano. Que ahora mismo te falte, no quiere decir que mañana no tengas la oportunidad de sentirlo.

Lo que hoy no ocurre, puede ocurrir mañana. Lo que hoy no te ha salido bien, mañana puede darse. Eso que hoy no está claro, mañana quizás lo esté.

Tú has comprobado que la vida fluye, que cambia cada día y que tú puedes tomar decisiones para ir en la dirección que consideres oportuna.

¿Hoy no ha funcionado? ¿Hoy te has desviado? ¿Te lamentas en este día? Tranquilo. Mañana será diferente.

mañana será diferente

5. Deja que el sol entre

Abre las ventanas y deja que el sol entre para iluminar los espacios oscuros.

Permítele que te infunda esperanza en un nuevo comienzo y que su luz te inspire para volver a intentar lo fallido.

Deja que su calor vaya derritiendo el frío que congeló tus ilusiones; que funda el miedo, que disuelva los rencores y que cure las heridas dejadas por las decepciones.

Deja que su fuerza habite en ti. Deja que te acompañe cada mañana, incluso en esas en las que las nubes tratan de ocultarlo.

El sol está en cada amanecer. Lo mismo en un día de primavera, que en uno gris y helado.

Abre las ventanas. Déjate abrigar por él, mientras contemplas cómo hace florecer la vida; cómo alumbra, alienta y alegra todo lo que toca.

Deja que entre.

deja que el sol entre


Hemos de aceptar que a lo largo de nuestra vida viviremos momentos buenos y momentos malos. Llegados esos momentos malos, podemos pensar que cada vez se acercan más los buenos. Porque la vida es cambio, ¿no?

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