¿Necesitas un café (u otra bebida estimulante) para poder seguir el ritmo de las tardes de trabajo?
Ya hicimos un post para moderar el consumo de café por las mañanas y, en esta ocasión, hablamos de las tardes, donde suele sobrevenir un bajón de energía y cuesta seguir al pie del cañón.
La razón de escribir sobre este tema es la siguiente: La cafeína es adictiva.
No sé tú, pero a mí me cuesta quitarme el cafecito de las tardes cuando llevo una temporada tomándomelo.
Para colmo, el cuerpo se acostumbra a la dosis y cada vez toca hacer el café más cargado para notar el mismo efecto. Mala idea, porque, si te pasa como a mí, en lugar de estar más despierto… lo que consigues es estar más nervioso.
Ahora, la pregunta: ¿Podemos despejarnos para seguir trabajando sin depender de la cafeína?
¡Claro que sí! Y aquí van algunas ideas para lograrlo, por si no has probado alguna de ellas.
Trabajar por la tarde sin tomar café
1. Siestecilla reconfortante
Si puedes darte el lujo de recobrar energías con una siesta de 15-20 minutos antes de iniciar la sesión de trabajo de la tarde, prueba.
Parece poquito tiempo, pero a muchas personas les sirve para combatir el cansancio. Puede que a ti también te sirva.
Otra idea de cajón es que te acuestes un poquito antes por las noches, si te es posible. Yo opté por esto.
2. Ropa no tan cómoda
Si tu trabajo te permite vestir de una forma casual e informal, no lo lleves muy lejos agarrando lo más cómodo que encuentres en el armario.
Ponte cómodo, pero no tanto. No sea que te relajes demasiado y te ataque la pereza.
3. Ambiente fresquito
Es muy duro trabajar cuando hace calor. Te cansas antes.
Ya sabes. Si está en tu mano, haz lo que puedas para refrescar el ambiente: abre la ventana, enchufa el ventilador o, si no queda de otra, quítate la chaqueta.
4. Hágase la luz
Una habitación luminosa nos activa. Luego, abre las cortinas o enciende la lamparita que tengas a mano.
5. Agua
La deshidratación causa fatiga. No olvides beber agua antes y durante el trabajo. Si puede ser fresquita, mejor.
[5 Formas de mantenerse hidratado]
Y, si notas que se te cae la cabeza sobre el escritorio de lo dormido que estás, ¡arriba! Échate un poquito de agua en la cara, en las muñecas o humedécete la nuca. Eso también te aliviará.
6. ¿Chicle?
Si puedes mascar chicle en el trabajo, ahí tienes otra opción. Tus músculos faciales se mueven y eso puede ayudarte a mantenerte despierto.
Al menos es mejor que comer cualquier otra chuchería pringosa y/o altamente calórica.
7. Un poco de movimiento
Esto es lo que a mí me ha servido mejor para desperezarme: Salir a caminar a la calle. El airecillo y el movimiento te suben los ánimos al instante.
Y, si no puedes o no quieres salir, prueba a hacer algún ejercicio de interiores, como saltar 5 minutos a la comba o bailar salsa. No hay ningún café que despierte más que esto.
8. Estiramientos
Si te resistes al movimiento frenético, no se terminan las opciones: Levántate y estírate. Así se reactiva tu circulación y se desentumecen tus músculos.
9. ¡A reír!
Otra opción de las que activan y te oxigenan el cerebro: La risa.
Busca por ahí algo que te haga reír unos minutos y verás cómo se te sacude el muermo.
10. Arriba ese espíritu
Lo anterior (la risa y el buen humor) sirve para sintonizar con esa actitud positiva que tanta falta nos hace para cumplir con esas obligaciones y problemas que todos tenemos.
Si hay que trabajar, trabajemos sin quejas de más, poniéndole la mejor cara posible. Vivamos el momento tal cual. Porque eso también nos ayudará a apreciar más otros momentos agradables que están a la vuelta de la esquina.
Tienes alguna idea más en otra entrada como esta, de productividad heroica. 😉
¡Venga! Es solo un ratito. Y que se repita lo menos posible, ¿eh?