Tu ordenador puede mover un archivo grande entre carpetas al tiempo que reproduce música y va cargando una página web.
Pero tu cerebro no funciona así. Es más eficiente cuando hace las tareas de una en una. Y además encuentras otras ventajas.
Te hablo de esas ventajas en este vídeo (que es cortito). Y, por si prefieres leer, debajo también.
Ventajas de hacer las tareas de una en una
Hay acciones que puedes hacer a la vez sin problema. Por ejemplo, puedes estar mascando chicle mientras escribes un informe, dado que al chicle no tienes que prestarle atención.
La cosa varía si mezclas la tarea del informe (que requiere concentración) con seguir un debate que estén dando en la tele. En ese caso, a tu cerebro le va a costar más terminar el informe.
La primera ventaja de hacer las tareas complejas de una en una, por tanto, es ésa: te concentras mejor en lo que estás haciendo.
Gracias a ello es previsible que termines antes, que cometas menos equivocaciones y que se afine tu creatividad.
¿No te pasa cuando estás escribiendo (por ejemplo) que paras para atender una llamada y se te corta el flujo creativo?
Segunda ventaja: Estás más tranquilo.
Es menos estresante y pesado escribir tu informe del tirón (por complicado que sea) que interrumpirlo cada dos por tres por seguir una charla en el Whatsapp.
¿Quieres seguir con la conversación del Whatsapp? Si es así, deja el informe. Termina la conversación. Y después cierras la aplicación y te enfrascas de nuevo en el informe sin volver a distraerte.
Por una tercera ventaja, además: Saboreas el final.
Cuando sólo tienes el informe entre manos, estás metido en el proceso: Este apartado ya está listo. Me quedan otros dos… Ahora, me queda uno. Termino las conclusiones… ¡y acabo!
Si mezclas el informe con otras distracciones, no te cunde tanto y, como estás disperso, te pierdes parte de la sensación de progreso y el subidón de ver que te falta poquito para terminar.
Ésta última ventaja es una impresión mía. Quizás en tu caso no sea tan motivador. Pero sólo con las dos primeras ya compensa no mezclar tareas complejas.
¿Y cómo te acostumbras a hacer las tareas de una en una?
Otras veces hemos apuntado ideas para esto. A modo de resumen:
- Selecciona lo que vas a hacer cada día. Dale prioridad a lo importante.
- Coloca las tareas más complejas en las horas del día donde tengas más energía para realizarlas.
- Evita todas las distracciones que puedas cuando necesites concentrarte.
- Trabaja en bloques de tiempo. (Por ejemplo: media hora y descanso de 5 minutos.)
Practiquemos, pues.
Imagen de tryingmyhardest