Al hablar de comida chatarra nos estamos refiriendo a ese tipo de alimentos que contienen, por lo general (citando a la Wikipedia), altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares (…) y numerosos aditivos alimentarios.
Con esto nos vienen a la mente hamburguesas, refrescos, chucherías, etc. Comida que sabe bien, que es tentadora y adictiva.
Sí, la ciencia ha confirmado que este tipo de comida es físicamente adictiva.
Hasta hay investigaciones que comparan la necesidad compulsiva de consumir estos alimentos con la adicción a drogas como la cocaína o la heroína. (Fuente)
Pero también es psicológicamente adictiva.
¿Qué nos daban nuestros padres cuando nos portábamos bien de niños? Desde la infancia, muchos de nosotros relacionamos “las chuches” con algo bueno.
Después, los cumpleaños, las salidas con amigos, las tardes frente al televisor viendo un partido de fútbol con las patatitas y demás. Los adultos también tenemos asociada esta comida a pasar un buen rato, al placer.
Por eso resulta fácil recompensarnos, relajarnos, disfrutar de este tipo de comida solos o en compañía.
Aunque en realidad se trate de un castigo para nuestro organismo. (Otro auto-sabotaje, de los que hablábamos ayer.)
Vamos al meollo: Apostar por la salud y consumir menos alimentos de este tipo. ¿Cómo hacerlo?
Infórmate bien
Investiga, lee sobre la composición de este tipo de alimentos: patatas fritas, golosinas, bollería, helados, bebidas muy azucaradas… (lo que acostumbres a consumir).
Sin ir más lejos, producto en mano, ¿te has parado alguna vez a leer las letras de los envoltorios?
A pesar de que la comida chatarra es barata, sólo un pequeño porcentaje de lo que pagas es en realidad comida. El resto es embalaje, promoción, emulsionantes artificiales, conservantes, etc.
¿Te parece bien y piensas seguir disfrutándola? Vale, pero al menos ya tienes una idea de lo que te estás comiendo.
¿Decides que vas a disminuir su consumo? De acuerdo.
Lo que sigue entonces es investigar qué alternativas saludables hay y, si ves que tu entorno va a ser un apoyo, comunicarles esa decisión a ellos.
La estrategia
- Identifica cuándo y porqué consumes este tipo de alimentos. Esto muy útil para evitar un mayor número de tentaciones.
- Evita tener comida chatarra en casa (si puedes y haces tú la lista de la compra) y, en todo caso, que haya reemplazos más saludables a tu alcance (frutas, vegetales, cereales, yogurt, etc.).
- Planea lo que vas a comer. Evita el picoteo de estos productos para matar el hambre o sentarte frente a la tele mientras te los comes sin pensar. Si es por aburrimiento, ¿has considerado que podías comenzar con algún hobby para distraerte?
- Cuando llegue la tentación, posponla. Es muy efectivo. Dite a ti mismo que esas galletitas te las vas a comer más tarde. Según los estudios al respecto, al posponer comerás menos cantidad y, además, la próxima vez te será más fácil resistirte a esa tentación. (Fuente)
- Sustituye. Es mucho más fácil sobrellevar el momento de la tentación y romper con el mal hábito si te acostumbras a cambiar el alimento chatarra por uno más saludable.
Por ejemplo: Yo misma cambié mis postres, habitualmente azucaradísimos, por yogurt natural (que tiene sus aditivos, pero no tantísimos).
Los primeros días se me hicieron cuesta arriba, pero ya no echo de menos ese colofón de las comidas tan, tan dulce.
Sé que para mí es más saludable. Lo reconozco y me alegro de mi pequeño logro.
De vez en cuando cometo algún error o caigo en la tentación a propósito. 😀 No pasa nada.
Lo que cuenta es comer bien la mayor parte del tiempo; ser pacientes y persistentes cuando nos proponemos cuidar nuestra salud.
Espero que te sirva esta guía experimentada en primera persona. 😉
Comentarios
2 respuestas a «Vence la adicción a la comida chatarra»