Aficiones para combatir la ansiedad y el estrés

La vida, el trabajo y la rutina diaria pueden llegar a resultar estresantes. Todos necesitamos encontrar la forma ideal para relajarnos y que nuestra mente tome un descanso de las preocupaciones cotidianas.

Para ello, nada mejor que emplear el tiempo libre en una afición que nos guste y nos llene.

El estrés no siempre tiene por qué ser malo. Se trata de una reacción física y psicológica a los estímulos que nos rodean.

En algunos momentos, un poco de estrés puede ayudarnos a tomar impulso para superar determinadas situaciones.

Pero hay otros momentos en los que sucede todo lo contrario: la situación nos desborda y, en lugar de enfrentarnos a ella, tomamos un camino de hábitos desfavorables que la agrava aún más.

Cuando no damos salida a los sentimientos de estrés ni en el trabajo ni en casa, el resultado final puede ser un montón de achaques físicos que terminan minando nuestra salud y/o la pérdida de relaciones personales valiosas, que acaban arruinadas porque no las hemos podido cuidar como merecían.

Los beneficios de las aficiones

Muchas de las personas que consideran las aficiones como una pérdida de tiempo probablemente nunca hayan tenido ninguna.

Un hobby es una actividad que aporta un valor que va mucho más allá de lo económico, que enriquece nuestra vida, nos proporciona un potente estímulo mental y, sobre todo, ayuda a aliviar el estrés.

Cuando dedicamos un tiempo a una afición, salimos del círculo de actividades rutinarias a las que estamos acostumbrados y nos liberamos física y emocionalmente para hacer algo que verdaderamente queremos hacer.

Una afición ocupa la mente de nuevas y variadas formas.

La televisión no puede considerarse como un hobby, porque en el hecho de verla no hay ocupación de la mente.

Nos entretenemos a través de estímulos visuales, pero no creamos nuevas conexiones en el cerebro. La mente todavía podría permanecer pensando en un segundo plano sobre un problema que nos agobia a pesar de que los ojos estén fijos en la pantalla.

Encontrar una afición

Elegir un hobby puede no ser tan fácil como parece. Requiere de un poco de investigación y de planificación para encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades.

Aquí van algunas sugerencias:

1) Elige algo que te interese: Los familiares, pareja y amigos pueden hacerte sugerencias basándose en sus gustos personales, pero tus gustos pueden ser diferentes.

Puedes probar lo que ellos te han sugerido, pero no te sientas decepcionado si ves que no encaja contigo. Como punto de partida, puede ser interesante que hagas un listado de las cosas que te gustan y de las que no.

2) Descubre tus pasiones: Si tienes el deseo de crear, un hobby artístico puede ser lo tuyo. No tienes por qué ser un genio del dibujo; tu imaginación puede llevarte hacia la creación literaria o a realizar creaciones con tus manos.

Algo que siempre te haya gustado puede convertirse en una afición perfecta si te organizas bien.

3) Revisa tu estado financiero: Una afición no debe ser cara, sino relajante. Puede que te encanten los deportes pero si, por ejemplo, decides aprender a volar, tu nueva afición puede costarte más de lo que te puedes permitir en estos momentos.

En su lugar, elige un deporte que te puedas costear y que esté en los límites de lo razonable. Recuerda que una afición jamás debe traer nuevas preocupaciones a tu vida.

4) Encuentra un tiempo para tu nueva afición: Adjudica un tiempo a tu hobby.

En función de tus horarios y rutinas, puedes sacar un hueco diario o semanal. No debes descuidar tus obligaciones por ello, sino encontrar un tiempo que no necesites usar para nada más y que puedas dedicar a tu hobby.

Una afición puede mejorar tu estado de ánimo y tu calidad de vida. Elígela bien para que te pueda reportar muchos años de alegría y diversión.

Y, por si buscas ideas, aquí tienes un buen surtido de hobbies caseros, relajantes en su mayoría.