¿Conoces a alguien con adicción al trabajo? ¿Te cuesta distinguir su caso de quien vive apasionado con su carrera o profesión?
Tratemos el tema.
El trabajo se convierte en lo más importante
Para la mayor parte de la población adulta, el trabajo es una parte esencial de sus vidas.
Además de proporcionar sustento y la satisfacción de otras necesidades materiales, es un aspecto que concierne a la realización personal. Es muy importante.
El problema llega cuando se descuidan las relaciones personales, la salud y los momentos de ocio voluntariamente para dedicar el mayor tiempo posible a trabajar.
Llegado ese punto, el trabajo se convierte en lo más importante en la vida de la persona.
Aquí es cuando hablamos de la necesidad obsesiva de trabajar, es decir, de la adicción al trabajo.
Cómo es un adicto al trabajo
Para no confundir la adicción al trabajo con el «trabajo duro«, mostraremos algunas características frecuentes en la persona adicta al trabajo:
- Trabaja voluntariamente más de 8, 10 ó 12 horas al día y está a gusto así.
- Se lleva el trabajo a casa y disfruta realizándolo en fines de semana o durante las vacaciones.
- Está disponible para clientes, proveedores, jefes y demás las 24 horas, 7 días a la semana.
- El trabajo es su tema preferido de conversación y, a veces, el único.
- Piensa que dormir o salir a dar una vuelta son pérdidas de tiempo.
- Durante su tiempo libre, está dándole vueltas a algún asunto relacionado con el trabajo. Es muy perfeccionista.
- Se responsabiliza completamente de los resultados de su trabajo.
- Su familia o amigos pueden esperar (indefinidamente).
- Suele parecer enérgico y activo mientras trabaja, y pasivo y aburrido cuando no está trabajando.
- Tiende a hacer más trabajo del que corresponde, porque si no nadie lo hará. Se cree indispensable.
- Se impacienta con la gente que tiene otras prioridades. No les comprende.
- Más aun, se enfada con la gente que le dice que deje de trabajar y se ponga a hacer otras cosas. Ellos no entienden nada.
- Piensa que si pierde su trabajo o no produce lo suficiente será un fracasado. Su autoestima está totalmente ligada a sus logros en el trabajo.
- Se preocupa en exceso, incluso cuando las cosas parecen ir bien.
- No le importa sacrificar familia y amigos en pro del trabajo. Cree que así cuida mejor de los suyos.
- El trabajo es su último pensamiento por la noche y el primero por la mañana. Incluso mientras come, puede estar trabajando, pensando o leyendo algo relacionado con su trabajo. No hay nada más.
Una persona que trabaja duramente no descuida otros aspectos de su vida de esta manera. Puede que temporalmente, debido a alguna situación complicada…
Eso sí, hay que tener cuidado, porque nadie se hace adicto al trabajo de la noche a la mañana. Por lo que alguien que trabaje muy duramente puede ir “enganchándose” despacio, descartando elementos en su vida hasta que se quede únicamente con el trabajo.
Cómo se llega a ser adicto al trabajo
Las razones para caer en esta adicción varían bastante dependiendo de la persona.
Un fracaso en las relaciones personales, por ejemplo, puede hacer que alguien se vuelque completamente en el trabajo y luego no quiera salir, pero hay otras causas como:
- la necesidad de reconocimiento,
- la satisfacción de que tiene poder sobre otros,
- el afán por acumular bienes materiales,
- la carencia de habilidades en otras áreas,
- el miedo a ser despedido, etcétera.
El problema es que la persona no reconoce su adicción.
Quienes sí lo notan son sus familiares y amigos. A fin de cuentas, el trabajo es algo que está bien visto, al contrario de otras adicciones como la droga o el alcohol. Difícilmente la persona adicta tenga conciencia de estar haciendo algo perjudicial para sí misma.
Sin embargo, esa presión mantenida indefinidamente, no hace a la persona más productiva, sino todo lo contrario. La fatiga llegará y pasará factura.
Quien piense que trabajar todo el tiempo no tiene nada de malo, se equivoca.
No sólo porque el adicto al trabajo deja de vivir otras experiencias y relaciones (es mucho a lo que renuncia), sino porque a la larga afecta negativamente a la salud física y mental, como cualquier otra adicción.
Por mi parte, un deseo. Es verdad que el trabajo tiene sus peligros, incluido el de volverse adicto, pero que no nos falte.
La falta de trabajo puede ser tanto o más horrible que la adicción al mismo, ¿no crees? Ya hablaremos de ello.
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Entrada escrita años más tarde, también relacionada con la adicción al trabajo: ¿Eres adicto al trabajo o no es para tanto?