Asertividad: qué es y para qué sirve

Esta entrada es una aproximación mínima y básica a la asertividad. Qué es eso y para qué sirve.

Seguramente la practicas todos los días (y mejor que yo). 😀

Asertividad

El comportamiento asertivo (o asertividad) está compuesto por una serie de habilidades que se muestran en la comunicación con los demás.

Este repertorio hace que una persona sea capaz de expresar sus opiniones y sentimientos claramente y con respeto.

Digamos que el respeto es la base de la asertividad: respeto por los demás y también por uno mismo.

Un respeto necesario, ya que la asertividad es el saludable punto de equilibrio entre el comportamiento agresivo, propio de quienes imponen sus ideas por la fuerza, y el comportamiento pasivo, que manifiestan las personas que tienen miedo de no complacer a otras.

Cuanto más asertiva sea una persona, más libre es en sus relaciones con los demás: libre para expresar sus opiniones, para defender sus derechos, para negarse a peticiones abusivas, para hacer valer sus decisiones…

Y esta libertad es lograda sin herir, intimidar, manipular o despreciar a los demás.

Una persona que no sea asertiva no logra serlo de la noche a la mañana. Pero puede mejorar con la práctica (como pasa con cualquier habilidad).

asertividad, conversación

Estamos en el terreno de las habilidades sociales

Este conjunto de habilidades sociales está ligado a la autoestima. Y su aprendizaje es progresivo.

La asertividad (estas habilidades) son una manifestación visible de inteligencia emocional.

Recordemos que la inteligencia emocional, según Goleman, se desarrolla “escalando niveles“. Partimos del nivel más bajo y vamos subiendo:

  1. Conocimiento de sí mismo: Identificación correcta de sentimientos, emociones, ideas…
  2. Autocontrol: Gestión de emociones, sentimientos y pensamientos.
  3. Automotivación: Regular la propia conducta en un sentido o en otro.
  4. Reconocimiento en otros: La capacidad de captar lo que piensan y sienten otras personas.
  5. Habilidades sociales: Repertorio de técnicas o tácticas útiles para la comunicación y para establecer relaciones saludables.

La asertividad estaría en el último nivel, el más alto, e incluiría habilidades como las siguientes:

Saber escuchar.
– Saber expresar sentimientos positivos y negativos.
Saber decir que no.
– Saber pedir lo que se necesita.
– (Etc.)

Cuando las personas poseen una pobre asertividad, es recomendable comenzar a practicar en situaciones fáciles.

Por ejemplo: Diciendo que no a una petición simple que no nos apetece atender:

— Préstame tu coche.
— No, lo siento. No suelo prestarle el coche a nadie.

Cuanto más soltura se vaya adquiriendo, mejor se podrán afrontar situaciones más complicadas, y más ricas y constructivas se irán haciendo las relaciones personales.

Hoy hemos vislumbrado la asertividad a vista de pájaro para ponerle nombre a algunas de esas habilidades de las que hablamos a veces.

Seguiremos hablando de las asertivas y de todas las que podamos. 🙂

Relacionado:


Categoría:

Comentarios
Una respuesta a «Asertividad: qué es y para qué sirve»