Ideas para volver a la carga tras un día perdido

Te dices que este ha sido o está siendo un día perdido.

Habías planeado que hoy avanzarías en quehaceres importantes. Pero te saltaste tu plan de acción dedicando el día a actividades más apetecibles.

¿Estás un poco enfadado contigo mismo por haber “perdido” el día? ¿Sientes el peso desmotivador de la culpa? ¿Cómo recuperas tu ritmo?

Aquí tienes algunas ideas, por si te sirven.

Después de un día fallido, empieza el día siguiente en la casilla de salida

juego de mesa

Partamos de una realidad: todos pasamos por días improductivos. ¿Razones? Las que quieras: distracciones, cansancio, imprevistos, falta de inspiración… Muchas.

Es natural. Te pasa a ti y me pasa a mí. No vale la pena dramatizar cuando atravesamos uno o unos cuantos días flojos.

Entre lo fastidioso de esos días está cómo afectan al día siguiente, en el que queremos retomar el ritmo. Partimos con saldo negativo, en una casilla anterior a la de salida. Y esto desmoraliza mucho.

Además del regusto amargo del día perdido, que desmotiva por sí solo, nos presionamos con la idea de recuperar lo que no hicimos lo antes posible.

Perdónate por lo que no hiciste y parte de cero

Ésa es la propuesta. Analiza qué no funcionó. Y, a partir de ahí, déjate de culpas y presiones añadidas, porque son un lastre.

Acepta la situación

Después de reconocer tu error y de tomar nota de lo que ha fallado, no tiene utilidad seguir cargando con la culpa.

arrepentido

Deja de darle vueltas a malestar y a lo que deberías haber hecho. Empieza a pensar en lo que vas a hacer a partir de ahora.

Lo mismo que hay días muy productivos, hay días improductivos. El quedó atrás ya sabes cómo fue. El de mañana puede ser distinto.

Haz un plan

Los días en blanco desmotivan. Para recuperar fuelle, date razones para seguir haciendo eso que hoy has dejado aparcado.

Con esas buenas razones en mente, hazte tu plan para mañana o para los próximos días. ¡Ah! Y no olvides incluir en ese plan huecos para descansar y practicar tus actividades preferidas.

Establece un ritmo razonable

Si no hay necesidad de ello, no trates de recuperar las horas de hoy que has perdido. Retoma el trabajo mañana en su “dosis” habitual o un poquito más abajo.

Volver a la acción hará que, poco a poco, olvides el tropezón de hoy y recuperes un ritmo que puedas mantener, que es lo que te interesa.

De poco te sirve agobiarte por el tiempo que has “perdido” y presionarte para recuperarlo. Así, lo más probable es que te estreses y que gastes más energía. Y con ello aumentarás el riesgo de repetir uno de esos “días perdidos”.

Apuesta por la regularidad

Si tú, como muchos de nosotros, trabajas en objetivos a largo plazo, habrás pasado por la experiencia de saltarte un día… o dos o tres.

Todos cometemos fallos, incluso las personas muy disciplinadas. ¿Y qué? La constancia impecable es irrelevante para este tipo de metas. Lo más importante es la regularidad: levantarte cada vez que tropieces y seguir.

Hemos de esmerarnos en saltarnos pocos días, los menos posibles. Vale. Pero, cuando pasa, aceptar la situación y planear el día siguiente funciona mejor que congelarse en la culpa.

 

¿Esto funciona? Haz la prueba. Después de un día flojo, acepta el error y sigue adelante con lo que toque, sin presiones por ponerte al día, a menos que no haya de otra.

Proceder así suele dar buenos resultados, siempre que no te des permiso para fallar al día siguiente en lo mismo. Un día malo lo tiene cualquiera. Pero intenta no sumar dos seguidos. Y, si los sumas, cuantos menos sean, mejor.

Hay que contar con la inercia. Habrás visto que, cuando se encadenan días de baja productividad, estás más desmotivado y te cuesta recuperar el ritmo. También pasa lo contrario: los días productivos te “empujan” para que sigas por la misma senda.

Pero, en algún momento, se rompe la tendencia. Un día improductivo (o muy productivo) no garantiza que el siguiente vaya a ser lo mismo.

Utilicemos esto, si te apuntas. Siempre que sea posible, aprovechemos el viento a favor de los días productivos. Y, el día que haya tropezón, partamos al siguiente desde la casilla de salida (no desde más atrás).

Imagen de Kalexanderson


Categoría: