¿Cuál es el punto más complicado? Te lo sabes. No puedes elegir a la gente con la que trabajas. Si en el lote te toca lo más siniestro de la sociedad, también te toca aguantarlo mientras permanezcas en el trabajo.
¿Y el punto más favorable? No tienes que dormir con ellos. No tienes que dedicarles tus mejores momentos ni tus más tiernos pensamientos. Y existen, afortunadamente, maneras efectivas de alejar a las personas negativas en el trabajo.
Quien dice alejar, dice poner distancia. Y, si bien no puedes distanciarte del todo físicamente (a no ser que te pases al teletrabajo, que es una opción), sí puedes distanciarte emocionalmente.
Esa es la primera opción de todas. Pero antes vamos a situarnos. ¿De quiénes estamos hablando?
Personas negativas en el trabajo… ¿Eso existe?
Sí. En el trabajo se intensifica la toxicidad de muchas personas que a pie de calle se comportan de un modo más decente, empático o soportable.
Dinero, poder, estatus… El mundillo del trabajo y los negocios es especialmente frío, porque la rivalidad es más protagonista que el afecto. Y, claro, porque a la gente con quien te relacionas no la eliges tú. No a toda.
¿A que lo describo bien? Me “encanta” el mundo del trabajo tanto como a ti. (Por favor, repara en la ironía. En los ambientes de trabajo tóxicos es el pan de cada mañana.)
Seguramente no hemos padecido las mismas malas mañas. Es difícil, porque las posibilidades son muchas. Pero tenemos una idea de qué podemos llegar a encontrarnos allí…
Está el criticón. O criticona (permíteme que no haga distinción en género), que le pone pegas a todo lo que haces.
El compañero quejica, el envidioso, el cotilla. El que habla de ti a tus espaldas y se calla cuando vas pasando por su lado. Ese que hace chistes a tu costa. Ese que te acosa. El que se escaquea de su trabajo y se aprovecha de ti. El cínico que no quiere colaborar contigo y después dice, con total desfachatez, que fuiste tú el poco participativo.
No todos los lugares de trabajo son el Infierno de Dante. Pero hay algunos que, sí, son bastante espesos, tensos o deprimentes por el ambiente que se respira en ellos.
¡Venga! Ya hemos pensado en esta gente más de lo que merecen. La introducción es para que nos den ganas de aplicar estas… (ahí van):
Tácticas para alejar a personas negativas en el trabajo
1. Deja que la negatividad te resbale
Esto primero es para alejarte mental y emocionalmente.
¿Qué comportamiento de la persona en cuestión te cala y te provoca malestar? Fíjate en lo que hace la persona y observa qué sientes tú cuando hace eso tan particular.
Ahora viene la pregunta: ¿por qué te afecta? O… ¿por qué dejas que te afecte?
Mira si existe la posibilidad de que esta “persona negativa” haga lo suyo, como si le da por vestirse de flamenca, sin que a ti te afecte.
Que haga maldades y tú pienses en ellas, tal vez sea inevitable. Pero cómo respondes a eso sí está bajo tu control. No le des el gusto de que vea cómo te afecta lo que hace. No dejes que te vea molesto.
Piensa en otra cosa para darle menos importancia al troll del trabajo. Inténtalo. Cada vez irá siendo más fácil.
Aunque necesites practicarlo hasta que salga, es una buena técnica para no gastar tu energía ni tu paz mental. Necesitas esas cosas para cumplir con la función por la que estás ahí, en ese trabajo.
2. Distánciate también físicamente (lo que puedas)
Con el punto anterior pones distancia emocional, pero no está de más alejarse físicamente cuando es posible.
Tal vez no tienes porqué trabajar codo con codo (literalmente) y estar pegado a él/ella todo el día. Mira qué opciones tienes para pasar más rato separado de él/ella.
3. Pero no desconectes del todo
Es lo que tú quisieras, ya. Si te habla, no responder. Si te llama, no contestar. No prestar atención a sus ideas. Etc. Eso lo puedes hacer en tu vida personal, si te da la gana. Pero esto es el trabajo.
Trabajas en el mismo sitio que él/ella y quizás sea necesario cierto nivel de cooperación. Si te niegas a mantenerlo, es probable que te perjudiques tú.
¿Qué pueden pensar tus otros compañeros o el jefe si te niegas a escucharlo, mientras él/ella pone cara de no romper un plato? Pensarán que la persona negativa… ¡eres tú!
Vamos. Un poco más: separa lo personal de lo profesional.
4. No des vuelo a las personas negativas
Ten tus límites y enséñales a no traspasarlos.
No les rías chistes que no te gustan. Y, mucho menos, dejes pasar otros comportamientos abusivos. Si es lo apropiado, quéjate a instancias superiores.
5. Pasa más tiempo con la gente constructiva
No tiene porqué ser gente perfecta, sonriente y sin problemas. Con que no pague contigo sus frustraciones, te boicotee, te use para llamar la atención o abuse de ti, es buena gente.
Bien pensado, son requisitos exigentes teniendo en cuenta que hablamos del trabajo. Esto no es voluntariado ni la Casa de la Pradera.
En serio, si encuentras a personas con las que te llevas bien en el trabajo, enhorabuena. Intenta pasar más tiempo con ellos que con los otros.
Hay gente con la que es un placer colaborar y, tal vez, sean la mayoría. Pero cuando te caen ciertas personas difíciles… puedes pasarlas canutas. Qué te voy a contar…
6. Haz pequeños descansos para despejarte
Aprovecha los descansos que haya en la jornada laboral para alejarte un poco de las fuentes de tensión. Y, además, inserta pequeños descansos por tu cuenta para recobrar fuelle.
Usa las opciones que tengas: dar un mini-paseo, asomarte a la ventana, ir al baño o a beber agua…
Hazlo por tu productividad y para no salir del trabajo en un estado físico y emocional nefasto, que mañana hay que volver. O, a lo sumo, el lunes.
7. Alimenta lo positivo en el trabajo
Cuando estas personas negativas se comporten de una manera amable, “prémiaselo”. Hazles el caso que no les haces cuando son bordes y plastas.
Y, en general, premia, promueve y practica lo positivo, si quieres que ese sea el ambiente que predomine en tu lugar de trabajo.
Aunque a veces cometas errores o hagas cosas mal (como todo el mundo), procura no cotillear, no hablar mal de nadie, no quejarte sin descanso… Etc. Haz tu parte para que crezca un espacio de respeto, colaboración y cooperación.
Eso, mientras estás en el trabajo. Después, puedes hacer más para alejar a esas personas negativas…
Cuida de lo que haces fuera del trabajo
Aunque pases en el trabajo más horas de las que tú quisieras, hay una parte del día en la que eres libre de esa actividad.
- Intenta trazar una frontera en tus pensamientos para desconectar y reponer fuerzas. Manejarse a diario en tu selva laboral consume mucha energía.
- Cuida de tus aficiones. Que los malos ratos en el trabajo (si los hay) no te quiten las ganas de disfrutar de tus actividades preferidas.
- Y cuida también de tus relaciones extra-laborales. Lo ideal es que tus amigos y conocidos sean personas distintas de esas con las que trabajas. Así hablas lo mínimo del negocio.
Por último, ten en cuenta que esto no tiene porqué durar toda la vida. Tú puedes cambiar de trabajo. Pueden hacerlo las personas que te rodean. O el mismo ambiente puede cambiar.
La negatividad no tiene porqué perpetuarse, especialmente si tú le das una ayudita para que vaya dejando sitio a un clima laboral más agradable, tranquilo y productivo. Y parte de ese clima comienza dentro de ti. Compruébalo.
Más sobre relaciones en el trabajo
- Pros y contras de hacer amigos en el trabajo. Incluye precauciones generales a tomar con las amistades del trabajo.
- Celos y envidia en el trabajo. Vacúnate contra ellos. Distingue entre celos y envidia en el trabajo. (Aunque a efectos prácticos va a dar lo mismo.) En la entrada tienes una serie de medidas pensando en este escenario en particular. Un ambiente (muy competitivo, tal vez), donde quieres tener la fiesta del trabajo lo más en paz posible.
- Compañeros de trabajo tóxicos. Más ideas para mantener tu autoestima viva al lado de gente difícil con la que tuviste la «suerte» de coincidir en el trabajo.