Cómo desconectar del trabajo al llegar a casa

A pesar de que tienes tus horas para descansar, el trabajo termina colándose en ellas. No te puedes quitar de la cabeza los asuntos relacionados con él.

Recopilemos ideas para desconectar del trabajo al llegar a casa, a fin de que el descanso sea provechoso.

Todas estas ideas, salvo la del itinerario para volver a casa (por razones obvias), las puedes practicar también si trabajas en casa.

¡Vamos a desconectar!

Si tienes problemas desconectando de las preocupaciones del trabajo, aquí tienes 10 ideas que pueden servirte.

a relajarse

1. Haz de la vuelta a casa un placer

Si trabajas fuera de casa y la situación se presta a ello, puedes disfrutar del camino de vuelta. Aprovecha para andar un rato prestando atención al recorrido. O conduce por una ruta distinta, con mejores vistas.

Aprovecha esos primeros instantes para ir relajándote.

2. Diseña una rutina de desconexión

También lo puedes llamar «ritual de descanso». La idea es elegir las actividades que te ayuden a separar el trabajo de tu tiempo libre (o de tus otros quehaceres).

¿Cuáles van a ser para ti?

Por ejemplo: cambiarte de ropa, preparar un buen té, tomártelo en compañía de tu música preferida…

Elige dos o tres tareas relajantes. Cada día, cuando termines el trabajo, pon en marcha tu rutina de desconexión.

Quizás consideres también darle cierta estructura a tus tardes. ¿A qué quieres dedicar esas horas?

desconecta

3. Ayúdate con hábitos saludables

En la transición al descanso o en el propio descanso, puedes incluir hábitos como el ejercicio físico, la meditación o la práctica de un hobby.

Ésos tres, mismamente, son ideales para desconectar del trabajo.

Además, encierran una variedad de opciones tremenda. El ejercicio físico, por ejemplo, puede ser un paseo vigoroso, un rato jugando con tu mascota o un deporte exigente. Lo que tú prefieras.

4. Haz planes

¿Qué vas a hacer hoy cuando termines el trabajo? ¿Tienes alguna actividad divertida en perspectiva esta semana?

Ten en el horizonte actividades agradables, que esto también ayuda a desconectar.

Elige las que vayan con tu estilo: salir con los amigos, apuntarte a un cursillo, pintar un cuadro… Anda que no hay.

5. Desconecta aparatos

A menos que tu trabajo exija disponibilidad constante, considera desconectar el teléfono o no responder llamadas o correos de trabajo durante tus horas de descanso.

No acostumbres a tus jefes o compañeros a llamarte a cualquier hora, a menos que sea muy importante.

6. Relaciónate con gente ajena al trabajo

Es más difícil desconectar cuando tus amigos y tus compañeros de trabajo son las mismas personas.

Socializa con tus “compis”, si quieres. Pero trata de ampliar tu círculo, para que puedas relacionarte con otras personas y compartir con ellas cosas diferentes al trabajo.

7. Delega funciones

Si estás sobrecargado y tienes la oportunidad de hacerlo, delega tareas y responsabilidades en otros.

Empieza por poco hasta tomar confianza. Ya verás que, con paciencia y buenas instrucciones, pueden cumplir bien lo que les asignes y quitarte carga de trabajo.

8. Trabaja un poco menos

En caso de que estés trabajando más horas que un reloj y puedas recortarlas un poco, considera también esta idea.

Cuando pasas prácticamente el día entero alrededor del trabajo, es complicado desconectar en el ratito libre que te dedicas.

Tienes la cabeza inundada de trabajo, después de tantas horas pensando en él.

Busca cierto equilibrio. El trabajo es importante, pero la vida es algo más que producir y ganar dinero. Hazle sitio en tus días a experiencias y actividades variadas.

9. Anota las ideas relacionadas con el trabajo

Si, a pesar de todo, no puedes dejar de pensar en el trabajo; se te ocurren ideas o te asaltan preocupaciones varias, anótalas en una libreta (o donde quieras).

Sácalas así de tu mente y déjalas en el papel (o en la pantalla); que reposen hasta que les llegue su hora.

10. Si no hay más remedio, termina pronto lo pendiente

Si no te queda de otra que terminar algún asunto pendiente y te lo puedes quitar de en medio en poco rato, termínalo lo antes que puedas.

Después, aprovecha el tiempo libre que te queda para descansar a tus anchas.

Hazlo preciso. Al día siguiente despertarás más enérgico, creativo y productivo.

3 Ideas más para dejar el trabajo en el trabajo

Estas son de parte de PsychCentral.

desconectar del trabajo

1. Deshazte de pensamientos intrusivos.

Fin del trabajo. Es tiempo de respirar tranquilamente, exhalando las complicaciones laborales y dejándolas estar hasta el día siguiente.

Sigue respirando… «Cambia el chip» (como se decía hace algunos años).

Si estás tenso o muy enfadado, tómate más tiempo para concentrarte en este ejercicio. Deja atrás lo que tenga que ver con el trabajo («ahora no, gracias«) y comienza a centrarte en tu vida personal.

2. Juega a ser un turista.

Parecido al punto número 1 de más arriba.

Cuando recorras el camino a casa después del trabajo, juega a ser un turista.

Los turistas contemplan el recorrido con la intención de captar los detalles y disfrutar de ellos. ¿Has jugado a esto alguna vez? Podrías probarlo. Te servirá para reconectar con la vida que te rodea.

3. Date una buena dosis de humor.

La risa es capaz de transmutar el cansancio y el estado de ánimo más sombrío en relajación y bienestar.

Busca lo que sea que te haga reír. Regálatelo.

Ojalá que puedas construir tu propio repertorio de ideas. Uno que funcione para ti.

Disfrutar del descanso sin que el trabajo lo interrumpa suele ser más difícil que concentrarse en el trabajo dejando a un lado lo demás.

¿Por qué?

  • Hay más material e ideas para ser productivo en el trabajo, en relación con lo que hay sobre cómo aprovechar el descanso. Y lo segundo también importa para ser productivo.
  • La expresión «el tiempo es dinero» no deja que algunas personas se relajen en paz. Se sienten culpables por relajarse.
  • Gracias a los adelantos tecnológicos estamos localizables las 24 horas. (Muchas veces, no queda de otra.)

Lo dicho. Desconectar del trabajo no es fácil. Pero nuestra salud y nuestra productividad lo van a notar para bien cuando le tomemos el manejo. ¿A que sí?


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